Juan Manuel es muy bueno, cariñoso y siempre está pendiente de sus padres. Tiene mucha facilidad para asimilar los números y las letras y, a sus seis años, prefiere ver el telediario o los concursos de televisión que los dibujos animados. Son algunas de las pinceladas de Juan Manuel que da su madre Lola Maldonado, que acaba de publicar Tú mis ojos, yo tu voz, un relato infantil en el que habla sobre el autismo de su hijo. La presentación del cuento será el 11 de abril, a las 19.00 horas, en el centro cultural Alcazaba.

-¿Cómo tuvo conocimiento de que su hijo tenía autismo?

-A partir de los 18 meses empecé a verle actitudes raras, porque Juan Manuel decía mamá, papá y agua, pero cuando llegó a esa edad fue como si su cerebro se borrase. Vi que algo no funcionaba bien, porque también lo sacaba al parque y no jugaba con los demás niños. Cuando finalmente los médicos me dijeron claramente que mi hijo tenía autismo, te cambia la vida. Al principio el mundo se te cae encima porque desconoces qué es el autismo, el espectro de autismo es muy amplio y el neurólogo te dice que no sabe cómo va a evolucionar tu hijo. La vida te cambia, pero hay que trabajar con constancia y dedicación porque esto es muy importante para los niños que tienen autismo. Tienes que guiarles en el camino.

-¿Qué necesitan estos niños?

-Necesitan mucho parque, jugar con ellos, ofrecerles apoyos visuales, frases escuetas... Necesitan mucho cariño porque se frustran cuando no saben cómo expresarse. Hay que facilitarles la vida dentro de las posibilidades de cada uno, pero sin dejárselo todo hecho, porque también tienen que ser independientes.

-¿La sociedad está más concienciada sobre el autismo?

-La gente está cada vez más concienciada e involucrada sobre el autismo, pero aún queda mucho por trabajar y aprender. Estoy en una etapa en que toda la gente es muy comprensible con Juan Manuel, pero pienso también en el día de mañana, en el instituto, en el futuro de mi hijo. Necesitamos ir eliminando barreras.

-¿Por qué ha escrito el relato?

-Pensé en contarle a los niños qué era lo que le pasaba a su compañero, el porqué no podía hablar, y para decirle el día de mañana a Juan Manuel que lo hice para que sus compañeros lo entendieran un poco más, para contarles nuestra historia. El cuento es muy visual, tiene unas ilustraciones muy bonitas y realistas. A Juan Manuel le cuestan mucho las interacciones sociales, pero sí es cierto que cada vez intenta acoplarse más a sus compañeros. Por ello, en este cuento le doy principalmente el protagonismo a sus compañeros, porque siempre digo que la educación en el hogar es muy importante y doy las gracias a las madres y padres por los valores que le inculcan a sus hijos para que no vean diferentes a los niños con autismo, a pesar de sus diferencias. Como solo hay 200 ejemplares del cuento, los voy getionando yo, pero quien esté interesado puede contactar conmigo en el Suárez Somonte, que es donde está mi hijo.

-¿Cómo será el acto de presentación de la publicación?

-Será un acto muy adaptado a los niños, con muchas ilustraciones como las del cuento de Juan Manuel. No voy a hablar de forma aburrida sobre qué es el autismo, sino del día a día de mi hijo, por eso cuanta más gente vaya mejor. Es muy importante que sepan que la única diferencia que tiene mi hijo con el resto de niños es que su cerebro funciona de una manera diferente.