Susto en el polígono Nueva Ciudad. Una deflagración en un estanco en obras causada por los gases para la recarga de mecheros provocó heridas a un operario y obligó a evacuar inicialmente una decena de viviendas, si bien los inquilinos pudieron regresar después a sus casas tras comprobar los bomberos que no se habían producido daños estructurales en el edificio.

El suceso ocurrió minutos antes de las 12.30 horas y causó un gran revuelo en el barrio. Fue en el estanco situado en el número 20 de la callde Juan Francisco Baviano, que es también una administración de loterías. Según los vecinos, se escucharon hasta cuatro explosiones diferentes en pocos minutos. Al lugar se desplazaron la policía nacional y local y una dotación de bomberos del parque de Mérida, además de una ambulancia medicalizada del 112 que se encargó de trasladar al herido al Hospital de Mérida. El hombre, de 32 años, ha sufrido quemaduras en la cara y un brazo y es uno de los dos operarios que estaba trabajando en las obras del estanco.

Miguel Angel Pastor González, suboficial de Operativas del Consorcio para la Extinción y Prevención de Incendios (Cepei) de la Diputación de Badajoz, explicó que el origen de la deflagración puede estar en unos aerosoles para la recarga de mecheros.

UNA CHISPA / Los operarios estaban trabajando en la parte trasera del local colocando un techo y al conectar la corriente eléctrica saltó «una chispa» que produjo la primera explosión. A esta le sucedieron otras más. «Hemos visto varios botes reventados, así que ha podido haber al menos seis deflagraciones más», explicó Pastor, que señaló que ya antes de la explosión los operarios habían comentado que «olía a gas».

Según el jefe de los bomberos, el estado del local apunta que la deflagración se produjo «con bastante fuerza»: la puerta de entrada se desplazó varios metros y la zona del escaparate está destrozada. Juan, uno de los vecinos presentes, comentó que estaba aparcando cuando escuchó la explosión y el ruido de los cristales rotos y se alarmó bastante. Otros vecinos que estaban en un bar al lado del estanco también reconocieron haberse llevado un buen susto.