Quince años han pasado ya desde que en 2003 comenzaran los primeros derribos de las edificaciones que conformaban el antiguo cuartel Hernán Cortés, ubicado en un terreno muy extenso en pleno centro de la ciudad. Desde entonces, la puesta en marcha de proyectos de toda índole para aprovechar la parcela ha supuesto un quebradero de cabeza para los diferentes gobiernos municipales que, por una u otra razón, han visto como el tiempo ha pasado sin que se hayan hecho realidad sus propuestas. La Asociación Amigos de Mérida ha abierto de nuevo el debate sobre qué hacer para revitalizar un espacio estratégico que se encuentra abandono, pese a albergar un importante yacimiento arqueológico.

En la primera asamblea oficial celebrada por el colectivo ciudadano, que ha iniciado recientemente su andadura, se puso sobre la mesa la propuesta de crear un jardín botánico con especies autóctonas que «integren y pongan el valor» los restos arqueológicos aparecidos en el solar del Hernán Cortés. Así, Amigos de Mérida ha difundido una infografía a través de las redes sociales con esta propuesta, pero aclara que se trata solo de «un boceto de carácter ilustrativo» sobre la que presentarán finalmente al ayuntamiento emeritense.

Sobre este asunto se pronunció esta semana el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, que propone instalar en este terreno, de forma temporal, un aparcamiento de vehículos. «Hay un acuerdo programático con IU para hacer un aparcamiento temporal, porque cualquier inversión que se haga tendrá que ser destruida, al estar pendiente de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana», manifestó el regidor municipal. En concreto, Osuna explicó que existe una carretera que atraviesa estos terrenos, a lo que se suma la falta de acuerdo con los propietarios de una parte del solar.

Cabe recordar que IU planteó en febrero la instalación de un aparcamiento público en estos terrenos, supeditada al cumplimiento de varios requisitos como la reversibilidad de las actuaciones y la preservación del yacimiento. El exalcalde popular Pedro Acedo, en plena campaña electoral para las municipales de 2015, prometió la creación de un gran parque que se convertiría en el pulmón verde de la ciudad, y que integraría un pabellón de cristal para la celebración de eventos. También planteó la opción de ubicar un aparcamiento.

Años antes, en noviembre de 2010, el exalcalde socialista Ángel Calle expresaba su intención de que en el solar del Hernán Cortés se instalaran algunos edificios públicos, el Museo de Historia de la Ciudad, así como una plaza central en torno a la que se sucederían salas de exposiciones y edificios culturales, junto con una parte menor de carácter comercial, que ayudaría a financiar las obras públicas. Calle también planteó la opción de que se construyera un aparcamiento. Y es que quince años dan para mucho y, como se puede comprobar, han sido muchas las propuestas planteadas para darle utilidad a un solar de manera que redunde en los intereses de la ciudad y de los propios ciudadanos.

LOS TRÁMITES // Las obras del cuartel se iniciaron en el año 1921, siendo alcalde de Mérida, Baldomero Díaz de Entresoto, sobre unos terrenos situados en el Campo de San Juan. Para su construcción fue necesario expropiar parte del terreno y, cuando a mediados de los años 90 los militares abandonaron la ciudad, la propiedad del suelo regresó a los descendientes de los propietarios originales. En octubre de 2003, el por entonces alcalde, Pedro Acedo, firmó en la sede del Ministerio de Defensa las escrituras de cesión definitiva del cuartel. Con la firma de estas escrituras de propiedad, la mayor parte del terreno, 34.915 metros cuadrados, pasaba a propiedad del ayuntamiento, a excepción de las fincas de los reversionistas, que estaban en pleitos con la Gerencia de la Defensa. Apenas un par de semanas más tarde, el 10 de noviembre, comenzaban los trabajos de demolición con el derribo de los talleres de artillería y del polvorín del cuartel para dejar limpio el terreno donde se construiría el edificio del actual Museo Abierto de Mérida (MAM). También se pretendía construir el Palacio de Justicia, sin embargo, el proyecto se desarrolló en el Tercer Milenio.

En abril de 2007 se derribaron el resto de las edificaciones del acuartelamiento dejando parte del muro de cerramiento, hasta que en noviembre de 2010 se derribaron los metros que quedaban del muro perimetral, permitiendo así la contemplación de los restos arqueológicos. Cabe destacar que las excavaciones iniciadas en 2009 sacaron a la luz más de 200 enterramientos islámicos, sepulturas y restos de una cantera de época romana, así como restos de viviendas con mosaicos, entre otros elementos. La puesta en valor de este imponente yacimiento en el corazón de la ciudad, tras varios años, sigue siendo una cuenta pendiente.