La llegada de una emisora a Mérida vino de mano de Manuel Colomo Fernández, ubicándola en su propia casa, en la Rambla de Santa Eulalia. Dos años en este lugar y pasó a la calle Sagasta, 26, donde estuvo hasta su trasladado a la calle Octavio Augusto, número 12, de la barriada de la República Argentina, en el año 1957, gracias a las gestiones realizadas por el profesor de Francés del instituto Santa Eulalia Fernando Jiménez Rodríguez. Las dependencias administrativas siguieron en la calle Sagasta hasta su cierre en 1966.

Los documentos que hemos podido obtener han sido gracias a la colaboración de las personas que en su momento formaron parte de estas emisoras, la Estación Escuela n.º 16 de la Cadena Azul de Radiodifusión, que mantenía relaciones con el Servicio Español Universitario (SEU).

RADIO MERIDA La mayoría tiene el recuerdo de la emisora en la barriada de la República Argentina, donde un numeroso grupo de profesionales de la informació hicieron posible el milagro de la radio en Mérida desde 1957 a 1966.

De locutoras estaban Carmeli Martínez Dávila, Gory Serrano, María López, Monchi Gamero y María Teresa Núñez, que era guionista.

El plantel era amplio al ser escuela de radio y la mayoría no cobraba. De locutores, Julio Luengo, Manuel Pérez, Alfonso González, Federico de Sosa, Rafael Rica, José Luis Martínez y Juan Luis Galiardo, que estaba haciendo el servicio militar y hacía programas con cierta asiduidad. Era todo un fenómeno social por su trabajo y por sus ocurrencias.

En el aspecto religioso estaban los sacerdotes Juan Fernández López y Eliodoro Almeida. Uno de los programas estrellas, a las 15. 30 horas, iba el control Enrique Carreras a grabarlo a su propia vivienda, que estaba muy cerca de la emisora, era: Desde la Atalaya del Conventual un comentario de actualidad escrito y dirigido por SDS , que era Santos Díaz Santillana, que aún se le recuerda y que en ocasiones escribía y lo leía Manuel Pérez, siempre terminaba con: "Vámonos Quico Peña".

Durante esta época estaba de director Santos Díaz López, que comenzó a trabajar en la calle Sagasta. Estuvo al frente de la emisora hasta su cierre. La emisora emitía en onda media. Se compró lo que entonces ya la ley requería para las emisoras, la frecuencia modulada, pero el echo real fue su cierre. Toda la hemeroteca, que era bastante buena, se marchó a Badajoz, a la Emisora Sindical, donde también fue trasladado Manuel Pérez y estuvo hasta su jubilación. Esta emisora pasó a Radio Nacional de España. Mérida perdía su único medio de comunicación que tenía entonces. Hay distintas versiones pero todas apuntan a una decisión política.

Los controles de esta época eran Enrique Carreras, Manuel Lagoa, Jesús Fernández Santamaría, Emilio Alvarado, Rafael Bonilla, que hacía de todo: control, técnico de sonido y locución, y el técnico por excelencia Manuel Muñoz Belloso, que estuvo desde el comienzo de la creación de la emisora hasta su cierre. Toda una vida dedicada a la radio.

Había ciertos colaboradores, como Antonio Salmerón, oficial mayor del ayuntamiento emeritense, que tenía un programa musical de jazz.

La administración seguía en la calle Sagasta con Jacinto Solano. Se hacían programas al aire libre, cuadros artísticos, obras de teatro, programas que contaremos en el siguiente capítulo y que tenían una incidencia especial en la población.