El Hospital de Mérida ha prohibido las visitas de familiares y ha limitado el acompañamiento de pacientes hospitalizados a niños, dependientes, personas al final de la vida y mujeres contagiadas de coronavirus que acaban de dar a luz y así lo soliciten. La medida se toma «como consecuencia de la situación extraordinaria motivada por la pandemia de covid-19». Según explicó ayer el consejero de Sanidad, José María Vergeles, también se pretenden evitar los contagios en el propio hospital, ya que en los últimos días ha aumentado el número de positivos entre las personas que se han hecho la PCR antes de someterse a una operación.

En los casos citados, el acompañante designado será informado de los riesgos posibles como consecuencia de la situación actual y firmará un consentimiento informado. Será el único que pueda acceder a la planta de hospitalización y «preferiblemente» ha de ser la misma persona durante toda la estancia hospitalaria del enfermo. Deberá acceder siempre por la puerta principal y acreditarse en recepción con el pase de acceso que se le facilitará en el propio hospital.

Como ya se sabe, el Área de Salud de Mérida es en estos momentos la que mayor presión asistencial acumula, con un total de 83 pacientes hospitalizados, cuatro de ellos en UCI. El centro hospitalario ya ha puesto en marcha el plan de contingencia, que incluye el traslado de pacientes y operaciones a Almendralejo. Según Vergeles, "se buscan alternativas" para liberar camas. Una de ellas será "reforzar los servicios sanitarios" durante el puente de Todos los Santos para que las plantas tengan una actividad "parecida" a la de los días laborables y no se retrasen las posibles altas que puedan darse. "No se trata de forzar, sino de evitar que el martes nos encontremos con una saturación mayor", ha explicado Vergeles.