Los huertos localizados en terrenos municipales en la finca El Prado podrán ser expropiados por el ayuntamiento si infringen la normativa de disciplina urbanística. Además, los hortelanos, que pagarán un alquiler por cultivar estas pequeñas parcelas, deberán cumplir una serie de limitaciones en el uso del suelo.

Con estas premisas, el equipo de gobierno ha iniciado el expediente para el arrendamiento de los terrenos del Prado dedicados a la gestión y explotación de los huertos propiedad del ayuntamiento. El objetivo es legalizar una situación irregular que se prolonga desde hace varios años. Para ello, se redactará un contrato de arrendamiento entre los parceleros y el ayuntamiento. La cuantía del alquiler será el 5% del valor de la parcela. Podrá ser heredado de padres a hijos.

En el contrato también se especificarán una serie de condiciones, como que no se podrán tener animales en las parcelas ni aprovechar el terreno para construirse una casa.

En total, son 303 los huertos los que hay en una finca municipal junto al polígono industrial. Cada uno tiene una superficie de unos 200 metros cuadrados, y fueron cedidos en precario por el gobierno del PP en el año 2000 tras ser desalojados los agricultores de las orillas de los ríos Albarregas y Guadiana por la Confederación Hidrográfica del Guadiana para acometer obras de mejora. Estaban entre el refugio de pescadores y el Centro Ocupacional La Encina y en el valle del Albarregas.

Este fue uno de los acuerdos adoptados ayer en la junta local de gobierno, en la que se informó de que la empresa TA-CEJOS SA ha sido la adjudicataria de la consultoría para poner en marcha la empresa mixta de turismo, por 119.000 euros.