La imagen que están dando el Ayuntamiento de Mérida y el Consorcio de la Ciudad Monumental es penosa.

Los más altos dirigentes de PSOE y del PP, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y Carlos Floriano Corrales, respectivamente, deben poner las cosas en su sitio y evitar que ambas instituciones estén constantemente de pelea.

Deben tener una estrecha colaboración e impedir por todos los medios que salga Primitivo Muñoz, concejal delegado de Obras, y el gerente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Gregorio Yañez, peleándose públicamente con los responsable del Consorcio y los del Consorcio tratar con más cuidado ciertos temas que al fin y a la postre las repercusiones caen sobre el ciudadano.

Hace unos años que se hizo un proyecto para hacer unas viviendas en la barriada de San Antonio. Según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), el antiguo, no se permitía el retranqueo cuando se edificara en los solares de esta zona. El proyecto que se realizó se limitó a lo que se le pedía y se dio el visto bueno por parte del ayuntamiento y al llegar al Consorcio se le pidió que se retranqueara unos metros para dejar que se viera de lejos la cabecera del puente.

Se hizo un nuevo proyecto y al presentarlo en el ayuntamiento se le indicó que según el PGOU no se podía dar permiso de obras si se retranqueaba.

Esa es una prueba de poca conexión entre ambos organismos. Y así viene de años. O se pone remedio a tanta disputa y conflictividad o nos veremos en peleas continuas dando una imagen penosa por parte de todos.

Con la colaboración de ambas instituciones se lograrían objetivos inigualables para esta ciudad que merece, por ser sus monumentos Patrimonio de la Humanidad, una atención especial. Tenemos mucho camino que recorrer, juntos, todos; crear ambientes enrarecidos es pensar si se quiere a Mérida o se pone por delante las ideologías políticas sin ton ni son.