Hay pequeñas cosas que pueden deteriorar la imagen en una ciudad, como una señal por los suelos de más de dos metros de altura indicando el museo visigodo y el arco Trajano.

Se ha pasado una semana en la esquina de la calle San Juan de Dios y la plaza de Santa Clara, frente a la Asamblea de Extremadura, el lugar más inadecuado.

Hasta que se lo comenté a Manuel Balastegui y, en honor a la verdad, llamó por teléfono y ese mismo día se quitó y ya está en su sitio.

Y, para darle otra pista, le comentamos que en el edifico del Conventual, donde está la Presidencia y donde el presidente de la Juan de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, recibe a las autoridades que vienen a la capital extremeña, hay a escasos metros de aparcamiento, y en la calle Graciano un espacio para carga y descarga, cuando es lugar de seguridad, o por lo menos debería serlo. También tomó nota, y es que esto de la carga y descarga en determinados lugares o se revisa o se toman las medidas oportunas. No nos extrañe alguna crítica por el poco interés en cuidar ciertos lugares.

El tráfico sigue siendo un problema y en Mérida, una ciudad pequeña con demasiados automóviles, se acentúa, pero para eso está Balastegui, para resolverlo.

Se debería hablar y cuidar a los funcionarios que vienen a trabajar a la Junta, el paseo doble es bueno para el colesterol, pero la gente joven no tiene esta necesidad y si se le habilita un lugar más cercano seremos mejor visto y la simpatía es algo que debemos propiciar, es rentable y hasta beneficioso. Seamos cordiales.