Tanto el fiscal como el abogado defensor coincidieron en señalar que no era normal que las fotos con las imágenes de carácter íntimo que se distribuyeron por internet no figurasen en el procedimiento como pruebas.

El abogado de la acusación particular afirmó que había solicitado su inclusión, que fue estimada por la juez.

Al final, pero una vez acabado el juicio y tras investigar qué había pasado, se admitieron como prueba documental, al detectar que cuando se hizo la fotocopia del procedimiento no se incluyeron las fotografías.