El incendio que sufrió el Hospital de Mérida en la madrugada del día 30 de noviembre provocó daños de unos 300.000 euros en la estructura del edificio, y otros 90.000 euros en los equipamientos sanitarios, según consta en el informe oficial sobre el siniestro dado a conocer ayer por el Servicio Extremeño de Salud (SES).

El documento apunta también a que el fuego se originó en el equipo informático situado en un despacho anexo a la zona de archivos, "descartándose absolutamente cualquier otro foco inicial, como cigarrillos, estufas o braseros". En todo caso, un laboratorio pericial, en colaboración con la Universidad de Valencia, está realizando un informe complementario para certificar cuál fue el motivo por el que el ordenador comenzó a arder.

Según el estudio realizado por técnicos del SES, los diseñadores y constructores del edificio y una empresa especializada en diagnosticar deterioros en las estructuras, la techumbre del sótano donde se centró el fuego presentaba importantes daños en el forjado y el hormigón, así como pérdida de resistencia en el cemento al superarse en la zona los 300 grados. El deterioro afectó a unos 80 metros cuadrados del forjado.

Esta situación ha recomendado el traslado de los servicios de las plantas superiores del ala afectada (urgencias, laboratorio y habitaciones del hospital de día), mientras se reparan los daños, lo que puede llevar aproximadamente tres meses.

Hasta que se inicien estos trabajos, se mantendrá el apuntalamiento de la techumbre del sótano incendiado, realizado en cuanto los técnicos pudieron acceder a la zona, para prevenir el riesgo de derrumbes ante el delicado estado de las estructuras.

HISTORIALES CLINICOS

En cuanto a las pérdidas, y al margen de los 390.000 euros ya reseñados, el informe alude a la paralización parcial de la actividad y las molestias que las reparaciones causarán a los usuarios pero, sobre todo, al "incalculable valor" de los historiales clínicos destruidos.

En este último caso, el SES indica que de las aproximadamente 250.000 historias clínicas que guarda el hospital emeritense, alrededor de 25.000 son totalmente irrecuperables, mientras que otras 75.000 han quedado parcialmente dañadas en distinto grado (mojadas, con radiografías destruidas o documentos perdidos) y deben ser "recuperadas y digitalizadas".

TRASLADO DEL ARCHIVO

Respecto a este asunto, los máximos responsables del sindicato sanitario Cemsatse han solicitado al Servicio Extremeño de Salud que traslade a un edificio anexo el nuevo archivo del hospital emeritense, puesto que se trata de "una zona de alto riesgo". Así, Damián Cumbres, secretario general de la sección de Enfermería del sindicato, señaló que se debe aprovechar la experiencia del incendio de Mérida para trasladar los archivos del resto de los hospitales antes de que se produzcan hechos similares.

Por otro lado, Fernando Pérez Escanilla, secretario general de la sección Médica, aludió al hecho de que la gripe aún no haya aparecido en forma de epidemia lo que facilitó la evacuación al no estar el hospital saturado de pacientes.