Polémica por el regreso de la suelta de vaquillas al Carnaval de Mérida. Una iniciativa ciudadana puso en marcha ayer una recogida de firmas a través de la plataforma Change.org para pedir al Gobierno regional que no se celebre el festejo taurino previsto para el próximo 6 de febrero en la plaza de toros de San Albín, al considerar que con él se produce un maltrato animal. Sin embargo, y tal y como aseguró a este diario el propietario del coso emeritense, Vicente Elices, el evento se llevará a cabo "pase lo que pase", al tiempo que manifestó que "no se va a maltratar a ningún animal".

La propuesta fue registrada por una particular en la página web de peticiones durante la mañana de ayer y, al cierre de esta edición, superaba los 500 apoyos. En el escrito, que va dirigido a la consejera de Medio Ambiente y Rural, Begoña García Bernal, se solicita la cancelación de esta cita por entender que con ella se permite que "a una ternera de entre un año y medio y dos años de edad se la golpee, humille, veje y maltrate hasta su más que segura muerte". Asimismo, en el texto se solicita al ayuntamiento y a la Asociación del Carnaval Romano de Mérida que apoyen la petición, ya que la suelta de vaquillas "no representa para nada el espíritu que siempre ha identificado a estos grupos".

En esta línea, el empresario de la plaza destacó que cuenta con el respaldo de la asociación del carnaval, que le había trasladado su deseo de recuperar este festejo que llevaba años sin organizarse, y que por ello "no le íbamos a decir que no". A su juicio, cualquier evento de este tipo que se programe en la ciudad "le va a parecer siempre mal a unos cuantos antitaurinos", por lo que rechazó tajantemente su cancelación. En concreto, Elices informó de que se soltarán dos vaquillas y que la cita comenzará a partir de las 13.00 horas, con entrada gratuita al público.

Sobre este asunto, los grupos Mérida Participa e IU expresaron ayer su negativa a la celebración del evento y solicitaron al equipo de gobierno que muestre su posicionamiento contra esta actividad de promoción privada. Para Mérida Participa, estos "actos bárbaros enturbian el carnaval y no se corresponden con el ambiente de alegría, color y confraternización que han de presidir estos días festivos". Por su parte, IU señaló que este tipo de espectáculos "implica el tratamiento de los animales como un objeto lúdico".