El fenómeno de la inmigración sustenta el crecimiento poblacional de Mérida en los últimos años. La masiva llegada a la ciudad de personas llegadas de otros países es la base para que la capital extremeña ronde ya los 55.000 habitantes, casi mil más que hace un año y 4.400 más durante la última década, según las cifras oficiales del padrón registradas en el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los números evidencian un aumento progresivo del censo, coincidiendo con la mayor presencia de inmigrantes. Así, si en 1998 había 50.471 ciudadanos empadronados en Mérida, a 1 de enero del 2007 --último padrón del INE-- la cifra alcanzó los 54.900.

Hay que tener en cuenta que este padrón es el último oficial, pero no registra los empadronamientos de todo el año pasado, con lo que la cifra actual supera las 55.000 personas censadas. No en vano, y para explicar ese notable crecimiento, basta decir que la llegada de extranjeros no ha dejado de crecer desde el año 2003 hasta la actualidad, y ha pasado de 877 entonces a los 2.800 con los que se cerró el pasado año, siempre según los datos del consistorio (esta referencia de inmigrantes a lo largo del 2007 no se recoge en el último padrón del INE). Esto supone que en esos últimos cinco años se han censado 2.000 inmigrantes, lo que supone un aumento del 220% en este período.

Este fenómeno conlleva beneficios para la ciudad, ya que las ayudas a los ayuntamientos se dan según población.