El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Mérida se ha hecho cargo del asunto de la muerte de un paciente en el hospital tras administrarle un contraste para realizarle un TAC, el pasado mes de septiembre.

Así lo afirmó ayer el gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), Dámaso Villa, en el transcurso de la Comisión de Sanidad, donde informó del caso a petición de la diputada del PP, Teresa Angulo.

Dámaso Villa explicó que la familia del fallecido, Luis Expósito, de 80 años, denunció la muerte en la oficina del Defensor del Paciente, que a su vez la remitió a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, que trasladó el cazo al juzgado de Mérida.

Por otro lado, indicó que las investigaciones llevadas a cabo en diferentes ámbitos médicos han concluido que el líquido del contraste estaba bien.

Teresa Angulo resaltó que esta muerte se trataba de un hecho "fortuito y accidental", pero reprochó a Villa la falta de información a los familiares de las cuatro personas afectadas, y sobre todo cuando uno falleció. El gerente recogió el guante y se comprometió a pedirles disculpas directamente.