Izquierda Unidad de Mérida aseguró ayer que la reestructuración del gobierno local de Mérida supone un "reconocimiento tácito" de las "deficiencias" del equipo de gobierno de Angel Calle, durante los dos últimos años. Para la formación, la prueba está en que los "cambios" afectan a algunas de las áreas "más sensibles" de la gestión municipal como empleo, participación ciudadana, y al mantenimiento de las instalaciones deportivas.

En este sentido, IU considera que el "problema más acuciante" que vive la ciudad es el de la destrucción de empleo, por lo que el cambio producido en esta área --Juan Espino asume esta competencia-- debe ir acompañado de un "giro" en la política municipal en este ámbito en la promoción de la "estabilidad".