Izquierda Unida-Mérida calificó de "farsa" las modificaciones planteadas sobre el proyecto de adecuación del entorno del Templo de Diana, ya que éstas "no modifican sustancialmente" el proyecto original y la intervención supone una "agresión flagrante los valores artísticos y culturales que incorpora el monumento". Para esta formación política, los motivos planteados desde el Consorcio para intervenir en el recinto son "sencillamente ridículos".

Asimismo, en su opinión, "el velo de cientificidad y tecnicismo con que se quiere justificar el proyecto no consigue ocultar el hecho de que el planteamiento y ejecución de este proyecto no surge de una necesidad técnica sino de una decisión política contraria a cualquier tipo de consideración legal".

Este proyecto, a su juicio, "no persigue otro fin que convertir el entorno del monumento en un objeto de comercio", pese a los "gravísimos perjuicios" que pueda causar al monumento. Por ello, IU "se reserva el derecho de iniciar medidas legales para evitar la continuidad del proyecto y esclarecer responsabilidades jurídicas".