--¿Cuándo nace su interés por el mundo del Muay Thai?

--Mis padres eran karatecas y me apuntaron de pequeño a kárate, pero me tuvieron que quitar porque era muy nervioso y me apuntaron a otros deportes. Con 15 años un amigo me comentó que hacía Muay Thai en Mérida y que me apuntase, así que probé, me gustó mucho y empecé a destacar. A partir de ahí mi primera meta fue subirme a un ring por primera vez y con mis ahorros y la ayuda de mis padres me fui a Madrid. Al poco tiempo gané con 21 años el campeonato de España amateur por k.o. en la final. Tras varias peleas, mi entrenador vio que estaba por encima del nivel y me decidí a dar el salto para ser peleador profesional.

--Y decidió irse a Tailandia...

--Sí, tenía buenas sensaciones y me fui a Tailandia porque es lo que busca cualquier luchador. Allí peleé dos veces y perdí las dos peleas, lo que me hizo entrenar más porque quedaba mucho por mejorar. Cuando iba a buscar más peleas me llamaron de la selección española para el campeonato de Europa y gané el cinturón europeo en Chipre.

--¿Qué supone ser subcampeón del mundo de esta disciplina?

--El campeonato del mundo que se ha celebrado recientemente en Bangkok ha sido una de las mejores experiencias de mi vida pero con un sabor agridulce. La final con Rusia fue uno de los combates con más duda del campeonato porque estuvieron más de cinco minutos deliberando hasta que al final le dieron el cinturón a mi contrincante. Es un buen resultado porque siendo la primera vez y con mi margen de mejora lo hubiese firmado con los ojos cerrados días antes, pero tenemos que seguir mejorando para poder ser campeón del mundo.

--¿Qué meta se plantea ahora?

--Mi reto de ahora es curarme de las lesiones que tengo y prepararme para estar al cien por cien por si me llaman de cualquier sitio. Quiero ser feliz con lo mío y tener las mínimas lesiones para poder representar a Mérida, Extremadura y España durante bastante tiempo y dejar un buen listón.

--¿Y la velada solidaria?

--Vamos a hacer una nueva velada solidaria en Mérida porque en mi equipo JGSTeam tengo 24 alumnos y cuatro de ellos tienen un margen de mejora bueno, por ello quiero que peleen por primera vez aquí en la ciudad. Lo más importante no es que la gente vaya solo por ver Muay Thai, sino también porque el dinero íntegro de las entradas irá para la Asociación Oncológica Extremeña.

--¿Qué le aporta el Muay Thai?

--Me hace sentirme feliz como para levantarme todos los días y ponerme a entrenar. Mi familia, mi novia y mis amigos son un empuje porque aunque soy una persona alegre y positiva siempre están ahí para levantarme y seguir adelante. Esto es una inversión a largo plazo, porque no pasas muchos momentos con tus amigos, pero ser campeón de Europa es una satisfacción que pocas personas tienen. Hay que tener capacidad de sacrificio porque no hay gloria sin sufrimiento.