La antigua Empresa Nacional de Celulosa se ha embarcado en un plan de expansión de sus instalaciones por todo el país con la intención de duplicar su capacidad de generación de energía eléctrica mediante el tratamiento de cultivos y residuos forestales. Mérida ha sido una de las localizaciones seleccionadas para la instalación de una de las diez plantas de biomasa que va a construir en los cinco próximos años. La generación de energía sin dañar al medio ambiente y su capacidad para crear empleo (se calcula en 400 el número de puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos), además de una inversión prevista de 50 millones de euros, convierten a este proyecto en una buena oportunidad para Mérida y su comarca. Solo en licencias urbanísticas e impuesto de construcciones aportará 1,5 millones de euros a las arcas municipales.

--¿Por qué han apostado por Mérida para la instalación de una de sus centrales?

--Ence se ha embarcado en un plan de desarrollo nacional en varias comunidades autónomas que, como Extremadura, presentan unas condiciones especiales para el desarrollo de esta actividad, por su capacidad para encontrar tierras para plantar, y por las opciones que plantea la obtención de materia mediante la limpieza de bosques. La central que vamos a instalar en Mérida tiene capacidad para tratar 180.000 toneladas de cultivos energéticos y residuos forestales, y en este lugar encontramos disponibilidad de masas forestales y para la plantación que lo hacen rentable. La clave para decidir la ubicación está en que haya garantía para el suministro.

--¿Qué especies cultivan para suministrar sus centrales?

--Fundamentalmente chopos. En las plantaciones cultivamos distintas especies de este árbol.

--¿A cuánto asciende la inversión prevista en la planta de Mérida?

--En su conjunto asciende a unos 50 millones de euros. Esta cantidad incluye el equipamiento industrial, que fundamentalmente consiste en una caldera y una turbina, a lo que hay que sumar la inversión forestal.

--¿Y cuántos puestos de trabajo se van a generar?

--Se calcula que por cada megavatio de potencia que se instala en la central, se generan en torno a diez empleos directos e indirectos, la mayoría de ellos en el ámbito forestal. Teniendo en cuenta que la central de Mérida tendrá 20 MW, se crearán 200 puestos de trabajo. Pero además a ellos hay que sumar los empleos inducidos. Se estima que son otros diez los empleos por megavatio los que se promueve en la zona en la que se ubica la planta.

--Los procesos de instalación de centrales de producción de energía suelen ser muy largos. ¿Para cuándo se espera que la planta de Mérida sea una realidad?

--Así es. Siempre son más largos de los que nos gustaría. Ya se ha iniciado el procedimiento. Se ha solicitado el punto de conexión a la red eléctrica y se han pedido las autorizaciones urbanísticas y ambientales al ayuntamiento y a la Junta de Extremadura, en las que estamos encontrando una gran colaboración. Si el calendario se cumple esperamos iniciar la construcción de la planta en la segunda mitad del 2011. Después, el plazo de ejecución viene siendo de 18 meses, por lo que la planta puede estar operativa en 2013.

--La crisis está provocando que muchos proyectos se queden en el camino por falta de financiación. ¿Se va a encontrar Ence con este mismo problema?

--La ampliación de capital llevada a cabo a principios de este año por la empresa, y el acuerdo alcanzado con una veintena de bancos por valor de 298 millones de euros asegura el desarrollo no solo de la central de biomasa de Mérida, sino de las diez que forman parte del plan estratégico aprobado por la compañía para los próximos cinco años, en los que queremos duplicar la capacidad de generación de energía a través de la biomasa. Ence cuenta en la actualidad con casi 200 MW, lo que supone un tercio del total instalado en España.

--¿Y por qué esta apuesta por la biomasa?

--Ence es un operador relevante en este sector, en el que llevamos muchos años. El año pasado inauguramos en Navia (Asturias) la mayor planta de celulosa de Europa y estamos a punto abrir en Huelva una de las centrales de biomasa con mayor capacidad, con 50 MW de potencia. La empresa ha tomado la decisión de querer seguir siendo líder en este sector.