--¿Cómo se va forjando el sentimiento de un carnavalero?

--He estado muchos años escuchando el Carnaval de Cádiz y el de aquí, además de pequeño lo veía en el teatro María Luisa y en el centro cultural Alcazaba, aunque no estaba vinculado a ninguna agrupación. Soy de las Sindicales, que siempre ha sido un barrio muy carnavalero con muchos grupos, como Las Iguales o El coleccionista de alegrías, ya que la mayoría venimos de allí. Es un barrio muy importante para nuestro carnaval y pienso que es el que más se mueve en este aspecto. Me inicié tocándole el bombo a Las Iguales hace unos ocho años y luego ya pasé a El coleccionista de alegrías.

--¿Y ese camino hacia El coleccionista de alegrías?

--Siempre he tenido amistad con varios de los integrantes de El coleccionista y llevábamos tiempo hablando de sacar una comparsa hasta que decidimos empezar el proyecto. La comparsa surgió hace seis años para iniciar algo nuevo y ya con el tiempo se fue uniendo más gente hasta los 19 componentes que tenemos ahora.

--Ganadores del concurso del Carnaval Romano, ¿qué supone?

--Se siente mucha satisfacción, sobre todo cuando sabes que vas a defender un repertorio muy trabajado, como nos ha pasado este año. No lo esperábamos, pero sí es verdad que teníamos buenas sensaciones de cómo había salido el concurso, tanto en semifinales como en la final, donde creo que salió una actuación muy buena. Cuando nos dijeron en la final que ganábamos el primer premio fue un momento increíble, porque lo disfrutamos y pasamos una noche de escándalo.

--¿Qué buscabais este año?

--Queríamos darle un giro a la comparsa con algo más local que llegara al público y lo hemos conseguido, porque ha conectado desde el principio en cuanto al tipo. La gente se siente identificada porque conoce a las empresas que hemos representado. Venimos a hablar de que antes había un tirón industrial en Mérida que ya no existe. Hay mucha gente en paro porque ya no están estas empresas que han dado mucho trabajo y queríamos reivindicar eso.

--¿Qué tiene el Carnaval?

--El Carnaval es un vicio, porque son muchas horas y meses trabajando pero es muy bonito. Cuando te enganchas a una afición te da muchas satisfacciones, con años mejores y peores, pero siempre tienes un aliciente para superarte más al año siguiente.

--¿Cómo se vive en la ciudad?

--El Carnaval va creciendo a buen ritmo, tanto en grupos como en iniciativas en la calle que le están dando una importancia dentro de la región, porque en su día la tuvo y hay que retomarla. Al Carnaval le falta un poquito más de apoyo económico para darle más difusión e incentivar que la gente salga disfrazada.

--¿Qué queda ahora?

--Pues seguir disfrutando, porque en la calle creo que tendremos el apoyo de la gente y vamos a defender el primer premio dando el 100%. En la calle las cosas se disfrutan el doble, porque ves a la gente a un metro escuchándote y se te ponen los pelos de punta cantando, la verdad que es un puntazo.