La Consejería de Medio Ambiente descartó ayer que la masiva aparición de carpines muertos, unos 500, en las orillas del pantano de Alange se haya producido por polución o contaminación de las aguas, una posibilidad que apuntó la organización Ecologistas en Acción tras denunciar el caso, y achaca la muerte de estos peces a "alguna enfermedad infecciosa que afecte a esta especie y que pueda agravarse ahora por el debilitamiento que sufren estos peces tras el periodo reproductivo".

Ecologistas en Acción denunció ayer la muerte masiva de peces, especialmente carpines, y pidió que se investiguen posibles vertidos ilegales, ya que también se ha detectado la presencia de espuma en las aguas.

Los peces se reparten por toda la orilla cercana a la antigua carretera entre Almendralejo y Alange, y hasta allí se acercaron ayer técnicos de la Dirección General de Medio Ambiente para recoger muestras de agua e inspeccionar el lugar. Como consecuencia de esos análisis, se ha descartado que el agua esté contaminada. Las pruebas, según la Junta, demuestran que "los parámetros físico-químicos del agua están dentro de los límites admisibles para la vida de los peces".

Además, otro de los motivos por los que los técnicos descartan la contaminación de las aguas como causa de la muerte de los peces, es el hecho de que en el pantano de Alange, además del carpín, viven otras especies como el black-bass, carpa, percasol, barbo, cabecicorto y lucio, especies más sensibles que el carpín a cualquier tipo de contaminación y de los que no han aparecido ejemplares muertos.

Ayer aún había multitud de carpines muertos en el lugar, como se aprecia en la fotografía.