El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 ha declarado nula la expulsión del Liceo del socio Dionisio Blanco y ha invalidado dos artículos de sus estatutos, el relativo a la pérdida de condición de socio y el que se refiere a la suspensión de los derechos de socios, por falta de tipificación de las infracciones y por ausencia de regulación de un procedimiento sancionador.

Según se indica en los fundamentos de derecho de la sentencia, el socio expulsado sufrió indefensión porque no conocía previamente ni las supuestas faltas que se le imputaban ni las consecuencias de las mismas. Además, la juez explica que los estatutos del Liceo no incluyen de manera clara y suficiente qué conductas son consideradas contrarias a la sociedad y cuál es la sanción por ellas, dejando un margen excesivamente amplio de actuación a la directiva.

La decisión de expulsar a Dionisio Blanco, que está enfrentado con la junta directiva por oponerse a la venta del edificio del Liceo, se decidió en una asamblea de junio del 2006 por "desacato a las leyes en vigor dentro de la asociación (tema tabaco), injurias a los representantes legales de la asociación y publicación de asuntos internos que solo competen a sus socios y que están perjudicando ostensiblemente el prestigio de la asociación", según el contenido del acta que recoge la sentencia.

Tras conocer la sentencia, Dionisio Blanco afirmó que va a pedir que se ejecute para poder entrar en el Liceo y aseguró "que va a fiscalizar todos los gastos y pedir toda la documentación sobre la venta del Liceo".

Por su parte, el presidente del Liceo, Luis Villarino, afirmó que van a recurrir la sentencia y que la venta del edifico ha entrado en una fase de espera hasta que no se resuelvan las denuncias de este socio, "por prudencia, no hemos querido firmar", aseguró.

La venta del Liceo está apalabrada con la empresa Ajimer (una agencia inmobiliaria) por 3,1 millones de euros.