El juzgado de Instrucción y Primera Instancia de Almendralejo dejó ayer visto para sentencia el juicio oral en el que la empresa emeritense Híper Obras reclama al promotor musical Agustín Tarazona el pago de una deuda por valor de 2.648 euros.

El conflicto se originó tras la suspensión del concierto que José Mercé iba a dar en el auditorio de Las Lomas el 10 de junio, organizado por Agustín Tarazona, y que fue suspendido el mismo día al no llegar a un acuerdo en la forma de pago al artista.

Tarazona había alquilado a Híper Obras dos equipos electrógenos para que los técnicos montaran el escenario y los equipos de luz y sonido, además de 90 vallas peatonales.

La defensa del promotor musical pidió la libre absolución de Tarazona, ya que considera que avisó un día antes del concierto a Híper Obras de que la actuación se iba a suspender y que el contrato con la firma emeritense se llevó a cabo con poco tiempo de antelación. Así, considera la demanda de la empresa como un intento de enriquecerse injustamente.

Por su parte, la acusación negó que el contrato se firmara con poca antelación, ya que Tarazona pidió un presupuesto el 30 de mayo y que el 9 de junio firmó el albarán de entrega de los equipos, que se trasladaron a Las Lomas ese mismo día.

El abogado acusó a Tarazona de no cumplir el compromiso de pagar a Híper Obras ese día, como se había convenido. Por contra, ofreció un pagaré que vencía el día 10 de junio, al día siguiente, que era sábado, pero que haría efectivo a las diez de la noche, con el dinero de la taquilla. La empresa aceptó.

La otra versiónSegún la versión de la acusación, el sábado por la mañana montaron los equipos y por la tarde les dijeron que se suspendía el concierto. No pudieron retirar los grupos electrógenos al ser necesario para desmontar el escenario.

Por su parte, Tarazona reconoció que había firmado el albarán de entrega y el fax pidiendo el presupuesto, y se reafirmó en que avisó un día antes de que el concierto se podía suspender, algo que negaron tanto la secretaria como el gerente de Híper Obras, que testificaron ayer en el juicio.

El promotor musical aseguró que los equipos electrógenos no llegaron a instalarse y que se quedaron almacenados en las traseras del auditorio, lo que entró en contradicción con el mecánico, que también prestó declaración, y que confesó que los había montado.