La empresaria María Gallego abrió ayer La Condonuría , en la calle Baños, un establecimiento en el que se pueden adquirir preservativos de todos los tamaños y colores, objetos para despedidas de solteros, lencería, disfraces y productos eróticos "aptos para todo el mundo, desde los más jóvenes a los más mayores".

La Condonuría es una franquicia de productos eróticos sin llegar a ser un Sex Shop, en el que los productos más comprometidos están guardados en vitrinas o sólo se pueden consultar en catálogos.

María Gallego reconoció que una empresa de este tipo es una aventura arriesgada, pero que tenía desde hace tiempo la intención de abrir un establecimiento así y que había aprovechado la oportunidad que le ofrecía esta franquicia.