Más de veinte años entregado a ilusionar a mayores y pequeños. El Mago Nano realizó sus primeras incursiones artísticas en el colegio y siempre que podía sacaba una baraja de cartas para amenizar el tiempo libre de los campamentos. Este artista emeritense afincado en Ávila, se licenció en Magisterio y se confiesa mago y educador a partes iguales.

<b>-¿Cuándo nace su interés por el mundo de la magia?</b>

-Empecé con El mundo mágico de Tamaríz como la mayoría de los magos actuales. Como me interesaba bastante el tema del tiempo libre y de los campamentos, cuando cumplí 18 años empecé de monitor y fui aumentando esa faceta. En los campamentos amenizaba los tiempos muertos con las cartas y ya luego cuando me trasladé a Ávila, hace 21 años, me dediqué más de lleno al tema de la magia y de la educación.

<b>-¿Se puede vivir del ilusionismo?</b>

-Es complicado. Yo le dedico bastante tiempo libre a la magia pero lo compagino con mi trabajo. Para vivir únicamente de la magia tienes que querer dedicarte plenamente a ello, tener suerte y ser muy bueno comunicando. Es complicado llegar a vivir de la magia, pero pasa igual con el teatro o el cine porque la magia es otra arte escénica más.

-¿Qué es lo más gratificante de su trabajo como mago?

-Yo hago magia familiar cómica y ver la cara de asombro de un niño es lo más impresionante, tanto del que sube a escena como de los que están de espectadores. Mi magia es muy participativa porque a lo largo del espectáculo subo como a 10 o 12 personas y siempre me gusta jugar con esa parte más cómica para que pueda disfrutar toda la familia.

<b>-¿La gente se deja ilusionar?

</b>-El que va a un espectáculo de magia sabe que va a ser engañado, pero es cierto que va con esa parte de candidez esperando a que le engañen de una forma divertida. Hay muy poca gente que vaya a pillar el truco y al final la gente entra al trapo. La verdad es que yo sigo utilizando los juegos que funcionan y me sirven para que la gente se lo pase bien. El objetivo de un espectáculo de magia es que la gente pase un buen rato.

<b>-¿Por qué no habría que perder nunca la ilusión en la magia?</b>

-Hay una frase que dice que el niño que fuiste no se avergüence del adulto en que te has convertido. Creo que hay que mantener esa parte de niño que tienes y de dejarte ilusionar. Los magos no tenemos que dejar esa parte de niñez para seguir ilusionándonos nosotros y así poder ilusionar al que está enfrente.

<b>-¿Qué cualidades tiene que tener un buen mago?

</b>-Comunicar bien y comunicar emociones al espectador.

<b>-¿Cuál sería el mejor truco?

</b>-Cada mago tiene su especialidad, pero el mejor truco sería acabar con todas las historias que entorpecen las buenas relaciones en el mundo, aunque sea imposible, pero hay que ir poquito a poquito con todo lo que está pasando.

<b>-¿En qué situación se encuentra la profesión en la actualidad?

</b>-Con la crisis sí que se ha producido una pequeña recesión en el sentido de que si la gente no tiene para comer, no va a tener para divertirse, pero al final creo que mucha gente se ha dado cuenta de que el tiempo libre es muy importante para poder utilizarlo de una manera sana y divertida. La gente se está recuperando en el tema de consumir cultura.

<b>-Como emeritense, ¿qué supone actuar en su ciudad?

</b>-Para mí es un hecho importante que la Cofradía Infantil, a la que estoy unida desde pequeñito porque fui costalero del cristo de las Injurias, haya pensado en mí para organizar algo benéfico e interesante en la ciudad.