Especialista en retratar el alma a través de la pintura. Aunque en el ámbito profesional trabaja como auxiliar administrativo, su pasión es pintar y así se refleja en el realismo que inunda los cuadros de Lali Casillas, una pintora emeritense que en la actualidad exhibe su trabajo artístico con la exposición ‘Miradas del mundo’, una muestra compuesta por 39 lienzos que puede verse hasta el próximo 31 de enero, en el centro cultural Santo Domingo.

-¿De dónde le viene su afición por la pintura?

-A mi padre se le daba muy bien dibujar y mi abuelo materno se crió entre pintores. Recuerdo que vi una vez a mi padre hacer un retrato y pensaba si yo sería capaz de hacer alguna vez lo mismo que él. Desde pequeña hacía retratos y dibujaba a mis muñecas. Hice un dibujo de Dulcinea con cuatro años en el colegio y los profesores llamaron a mis padres porque se quedaron alucinados. Durante la adolescencia dejé de pintar, pero en 2004 regalé un retrato de una niña que gustó mucho y la gente me empezó a animar para que pintara más. Empecé haciendo retratos por encargo, pero quería hacer otras cosas porque el óleo me llamaba mucho la atención. Fue ahí cuando empecé a pintar un poco más en serio.

-¿Qué puede verse en su exposición ‘Miradas del mundo’?

-La mayoría de los cuadros de la exposición son retratos de mujeres de varias partes del mundo, de diferentes culturas, razas... Casi todos están pintados a bolígrafo bic, aunque también hay algunos al óleo y tres con grafito. Todo el mundo me dice que los retratos de la exposición parecen fotografías, pero yo no veo que sean fotografías del todo, lo que sí es cierto es que son muy realistas. Lo que hago es descargar fotografías de internet y a partir de ahí hago el retrato, aunque en este caso también he partido de algunas fotografías hechas por mí.

-¿Cómo ha sido la acogida de la muestra por parte del público?

-A todas las personas que han visto la exposición les ha gustado mucho y les ha impresionado. Creo que incluso a las personas que no están acostumbradas a ir a exposiciones les puede gustar.

-¿Qué tienen los retratos para que se centre en ellos?

-Empecé pintando paisajes, pero no me gusta tanto a no ser que sean urbanos. También he pintado muchas flores, pero no creo que pinte muchas más porque me acaba cansando. Los retratos es lo único que me gusta mucho y no me cansa. Con los retratos me siento más cómoda porque me gusta que expresen más que en la fotografía, porque a través de los retratos intento darle más vida a las fotografías. De hecho, la mayoría de las mujeres que retrato las he elegido por la mirada, por lo que dicen sus ojos.

-¿Cómo definiría su trabajo?

-Un trabajo lento, minucioso y con mucho cariño y amor. La verdad es que disfruto mucho con lo que hago y eso se nota. Pintar es mi mayor pasión y cada ratito que tengo libre lo que hago es pintar, con pinceles o bolígrafo.

-¿Qué supone para usted exponer su obra en Mérida?

-Me hacía mucha ilusión exponer en Mérida, sobre todo en este espacio, en el centro cultural Santo Domingo, porque había visto muchas exposiciones y me parecía una sala muy buena.

-¿Qué proyectos tiene?

-La semana que viene empezaré a pintar de nuevo y, sin duda, seguiré centrándome en los retratos. Mi sueño es vivir de la pintura y dedicarme solo a ello.