El lavado de imagen de Proserpina cobra fuerza. Las obras de la nueva carretera, que acomete la Confederación Hidrográfica del Guadiana, están muy avanzadas, y se espera que antes de que llegue el verano pueda estar terminada. Mediados de mayo es la fecha marcada para que se pueda circular por todo su recorrido, la misma que maneja la empresa Movens Terra Omnis para finalizar la adecuación del entorno que promueve el ayuntamiento.

La firma adjudicataria de este proyecto, con un presupuesto que roza los 900.000 euros, con cargo a los fondos del ICO, presentó ayer los cinco chiringuitos y los aseos públicos que se instalarán entre la presa y el Museo del Agua. Las viejas instalaciones ya han sido retiradas, para dar paso a nuevas estructuras de madera, que contarán con cocina, pérgolas exteriores, aseo, almacén, tarima para todo el recinto, y una pasarela para acceder a las playas artificiales.

La subida de la cota provocada por las últimas lluvias impedirá la construcción de las playas hasta que descienda el nivel. En cuanto que esto ocurra, la empresa procederá a completar la obra. De momento, solo se actuará en las zonas donde sea posible.

Una talanquera de madera delimitará todo el paseo, a lo largo del cual se instalarán papeleras, marquesinas para el bus urbano, y tres duchas lavapiés, todo ello construido en madera.

Estos establecimientos contarán con conexión a la red eléctrica, agua potable y saneamiento. El consistorio ya trabaja en los pliegos para el concurso que el ayuntamiento convocará para la gestión de los chiringuitos. Los propietarios de los viejos establecimientos tendrán prioridad sobre el resto, ya que se primará la antigüedad.

El alcalde, Angel Calle, se comprometió a mejorar las infraestructuras de Proserpina, y reiteró que busca financiación para construir "a medio plazo" el alcantarillado de la zona.