Por fin los locales comerciales del Templo de Diana podrán abrir sus puertas. Casi dos años después de que terminaran las polémicas obras de remodelación del entorno del monumento, la plaza ha quedado adecuada a la ordenación urbanística de Mérida y los locales podrán solicitar sus licencias. El Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz ha publicado la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que desbloquea el proceso y ya solo queda que los empresarios interesados en ocupar los locales habilitados entregen la perceptiva documentación a la Delegación de Urbanismo, que ahora se compromete a agilizar al máximo la concesión de las licencias de apertura para no demorar más el proceso. De momento, se instalarán una cafetería y una tienda de productos extremeños.

La ocupación de los locales comerciales del Templo de Diana se ha venido retrasando desde marzo del año 2011 debido a que las características físicas de las instalaciones no estaban adecuadas al PGOU: la altura de los sótanos de estos espacios es de 2,5 metros y la ordenación urbanística exigía que fueran al menos de tres. Para poder autorizar la explotación de los dos negocios que obtuvieron la autorización en agosto de 2011, la Delegación de Urbaniso ha tenido que modificar el PGOU, trámite que se ha demorado varios meses y que culmina ahora con la publicación de los cambios --aprobados con el voto en contra de IU y Siex en el pleno del pasado octubre-- en el Boletín Oficial de la Provincia la pasada semana.

AGILIZAR TRAMITES "Por fin el proceso queda desbloqueado y la plaza adecuada a la ordenación urbanística", explica la delegada de Urbanismo, Raquel Bravo, que ahora se compromete a agilizar al máximo la concesión de las licencias de apertura para que la instalación de los negocios no se retrase más. De momento, en el entorno se instalarán un restaurante y una tienda de productos extremeños con denominación de origen después de que un tercer empresario renunciara a ubicarse en el Templo de Diana por el retraso de los trámites.

La reforma del entorno del Templo de Diana, que data del siglo I a. C. se planteó como una alternativa para revitalizar el entorno de este conjunto monumental en pleno corazón de Mérida. La inversión para recuperar el monumento y devolverle su utilidad original como plaza pública superó los tres millones de euros. La obra empezó en octubre de 2008 y se inauguró en marzo del 2011, no exenta de polémica, ya que se constituyeron dos plataformas ciudadanas contrarias al planteamiento de la remodelación, a su juicio no acorde con la arquitectura original del entorno.