--¿Cuándo empezó su relación con el Festival Juvenil de Teatro Grecolatino?

--He estado siempre como colaborador y en los últimos años, hasta este curso que ya me he jubilado, he sido el coordinador. En esta última edición he seguido participando, pero en este caso como portavoz de la comisión organizadora, porque como director me ha sustituido Saturnino González, y también en la obra de clausura.

--¿Cómo surgió la idea?

--Surgió en los departamentos de latín y de griego del Instituto de Educación Secundaria (IES) Santa Eulalia y viene, por un lado, por el deseo de que los chavales tengan un contacto directo con la literatura grecolatina, con los clásicos. Pero nace también en un ambiente, el del instituto, que siempre ha sido muy teatral, siempre ha tenido grupos de teatro de alumnos, talleres, ha sido anfitrión de actuaciones. Se unieron el impulso de los departamentos y esa trayectoria teatral del instituto, y luego ya entramos dentro de un circuito de festivales de este tipo.

--¿Podían esperar la repercusión que tiene ahora?

--Francamente, no. Empezamos en el salón de actos del propio instituto y un par de años después, dimos el salto al teatro romano, donde ya van 17 ediciones. La repercusión ha sido espléndida e impensable en los primeros momentos.

--Y a pesar de la crisis.

--Sí, está aguantando. El hecho de que a este festival vengan no solo centros de Extremadura, sino de Asturias, Galicia, Castilla y León, Andalucía, y gente incluso de fuera de España, como los portugueses, es muy importante.

--Aunque algunos empresarios locales han notado menos repercusión este año.

--Es lógico. Por un lado, hay menos público y, por otro, tiene menos dinero para gastarse. Pero en esas estamos todos. Pese a ello, casi 10.000 alumnos es una buena cifra, aunque otras veces llegamos a tener lleno durante todos los días e incluso representaciones de mañana y tarde.

--¿Pese a ello están satisfechos?

--A pesar de los pesares, la respuesta del público ha sido muy buena. Mérida debería sentirse afortunada, porque en otros sitios donde se estaban celebrando festivales y que me consta que han tenido que suspender por falta público, como Huesca.

--¿Qué recuerdo destaca?

--Hay muchos, pero sobre todo recuerdo que en más de una ocasión, ha habido años donde grupos de teatros han estado representado a pie firme cayéndoles la lluvia. Y el público ha estado aguantando también a pie firme, sin sentarse en la grada para no mojarse los pantalones, pero de pie, con paraguas, con periódicos en la cabeza, con bolsas de plástico...

--¿Van creando cantera?

--Bueno incluso hay un grupo profesional aquí en Mérida, los Apretacocretas, que uno de sus miembros, Francis, comenzó en el taller de teatro del instituto. O Juan Carlos Tirado, director teatral que este año, por cierto, va a intervenir en el festival del verano interpretando a uno de los personajes de Los Gemelos de Plauto, también fue alumno del instituto y empezó haciendo armas de actor allí. Y ahora es el alma del grupo Taptc Teatro? y es actor y el organizador de la representación escénica de la batalla de La Albuera.

--¿Qué espera en el futuro?

--Espero que podamos cumplir muchas más ediciones. Siempre hay cosas que se pueden mejorar. Si volviéramos a etapas antiguas de esplendor, podríamos aumentar los días de representación. Pero mientras aguantemos, estaremos contentos.