Por segundo año consecutivo no habrá pasos en la calle, pero sí será Semana Santa. El presidente de la Junta de Cofradías de Mérida, Luis Miguel González, explica a este diario cómo se va a desarrollar la próxima semana grande emeritense, que sin duda volverá a ser muy diferente a la que acostumbramos, aunque el sentir cofrade se mantenga. Además, aprovecha para lanzar un mensaje cargado de optimismo: «Hay que mantener firme la esperanza de que entre todos, y siendo responsables, superaremos esta situación».

-¿Cómo se presenta la Semana Santa de 2021?

-Tenemos ante nosotros una nueva Semana Santa distinta y rara en cuanto a que el mundo cofrade no va a poder realizar sus manifestaciones públicas con las procesiones. Desde ese punto de vista, se nos priva de una de las costumbres más arraigadas en el alma cofrade. Por otra parte, tenemos ante nosotros una Semana Santa mucho más reflexiva, con más tiempo para pensar, orar y hacer otras cosas que nos van a permitir darle a la Semana Santa y a la Cuaresma el sentido que realmente tiene, que es vivir con intensidad los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

-¿En qué se va a diferenciar con respecto a la del pasado año?

-El año pasado tuvimos que vivir la Semana Santa recluidos en nuestras casas y los templos estaban cerrados. Este año, afortunadamente, vamos a tener los templos abiertos y aunque no vamos a tener procesiones, se podrá ir a los templos para realizar todos los cultos y actividades que las cofradías están programando. No va a ser lo mismo, pero siguiendo las recomendaciones del obispado, y en la medida de lo posible, las cofradías montarán sus pasos en el interior de los templos para que todos puedan rezar ante sus titulares. En el caso en que no quepan los pasos o sea muy elevado el número de imágenes que tienen, se harán altares efímeros. El acceso a los templos se realizará siguiendo las directrices que se marquen desde las autoridades sanitarias.

-¿Cómo se está desarrollando este año la Cuaresma?

-La nota destacada es la gran participación de hermanos en los cultos que están desarrollando las cofradías, además, es lógico porque van a ser los puntos de encuentro este año para los hermanos.

-El cardenal de Sevilla Carlos Amigo ofrecerá el pregón cofrade el próximo 18 de marzo, supongo que ya habrá muchas ganas...

-El pregón de don Carlos Amigo es un acontecimiento en el que tenemos puesta mucha ilusión todo el mundo cofrade. El año pasado lo tuvimos que suspender a los pocos días de celebrarlo y don Carlos ha mantenido su compromiso con los cofrades de Mérida y con la ciudad para venir a pregonar la Semana Santa. Optaremos por realizar una serie de invitaciones, que podrán ser retiradas en la concatedral durante los próximos días, para controlar el aforo.

-El Vía Crucis del Cristo de la O es uno de los actos más relevantes de la semana grande emeritense, ¿cómo se va a llevar a cabo?

-El Vía Crucis no podrá realizarse en su entorno natural, que es el anfiteatro romano, así que la idea es realizarlo en el interior de la concatedral de Santa María con el aforo limitado a como esté establecido en ese momento.

-El cartel anunciador de la festividad se dará a conocer mañana, ¿a quién se le ha encargado?

-A los reporteros gráficos que colaboran habitualmente con la web de la Semana Santa se les encargó que presentaran sus propuestas para el cartel anunciador, con un trabajo que representara lo que estaba siendo esta situación de pandemia para la Semana Santa, y de ahí se ha seleccionado uno.

-¿Se va a publicar la revista?

-La revista sí se va a publicar. Está ya en la última fase de elaboración e imagino que la semana que viene también podrá ser presentada. Será una revista que va a recoger esas vivencias que tuvimos durante la pasada Semana Santa, que quedarán para la historia y las generaciones futuras.

-¿Qué supone para Mérida no poder desarrollar la Semana Santa tal y como la conocemos?

-Al margen del componente espiritual, no podemos olvidar que una Semana Santa de interés turístico internacional como la de Mérida es un elemento dinamizador de la economía local. Las consecuencias económicas se dejarán notar, pero tenemos que ser conscientes de la situación en la que vivimos, ya el riesgo todavía se mantiene aunque el proceso de vacunación avance. Tenemos que respetar las normas de seguridad, cumplir los protocolos que están establecidos y, si Dios quiere, en el próximo año podremos tener una Semana Santa normal y disfrutar como solemos hacerlo.

-¿Cree que los cofrades pueden sacar algo positivo de todo esto?

-Creo que de todo podemos sacar elementos positivos. Nos ha permitido saber que podemos vivir la Semana Santa de otra forma, tener más tiempo para reflexionar y vivir sensaciones distintas a las que acostumbramos en nuestras estaciones de penitencia o debajo de los pasos, pero que realmente son igualmente enriquecedoras.