«No faltan plazas, falta mucha conciencia». Así de claro lo tiene Maite Soisa, integrante de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Extremadura (EMEX), que ayer participó en la presentación de la campaña ‘Ponte en mi lugar’, en defensa de las plazas de aparcamiento para las personas con movilidad reducida. Soisa, junto a otras personas que se desplazan en sillas de ruedas, ocuparon simbólicamente unas plazas de aparcamiento de la Rambla de Santa Eulalia para concienciar a los conductores sobre la necesidad de que no hagan un mal uso de estos espacios.

«Hay que hacer mucho trabajo de concienciación y pedagogía porque la gente está muy cabreada», sostiene Soisa, quien advierte de que quienes circulan en sillas de ruedas padecen a menudo la falta de civismo ciudadano. A su juicio, el ayuntamiento podría facilitarles un canal para hacerles llegar fotografías y denunciar así las situaciones a las que hacen frente a diario. «Nos gustaría dejar a los conductores un día sin aparcamientos y ser nosotros los protagonistas», puntualiza.

Esta acción de denuncia, promovida por el consistorio en colaboración con EMEX y Vectalia, contó con la asistencia de los delegados de Diversidad Funcional y Tráfico, Susana Fajardo y Marco Antonio Guijarro, respectivamente. «Es necesario respetar estas plazas porque muchas veces se ocupan de forma indebida», afirmó Fajardo, para quien esto puede suponer «un retraso para la persona que puede hacer uso de esas plazas y que tiene que desistir de las cuestiones que va a realizar».

Cabe destacar que estas plazas se encuentran ubicadas principalmente cerca de zonas escolares, centros de salud, de ocio o farmacias, y que, en muchas ocasiones, están ocupadas por personas que no están autorizadas para ello. Guijarro destacó que suele reiterarse el mal uso de estas plazas en zonas como la calle Suárez Somonte y en la zona alta de la Rambla de Santa Eulalia.

La ciudad cuenta en la actualidad con más de 150 plazas para personas con movilidad reducida, una cifra que resulta «suficiente», según el edil. Las tarjetas de movilidad reducida se renuevan cada cinco años y de estas, en el año 2015 se concedieron 160; en 2016, 73; en 2017, 72; en 2018, 68, y en lo que va de año, suman ya 94.