La pesca es una afición que te engancha. Ya tengo mi carnet con el de mis nietos, Carlos y Fernando, para poder ir de pesca con mi amigo Pichu y Angel Gil, que me han enseñado este arte, porque es un arte y un entretenimiento que bien sabe Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Le invito cuando este ya mejorado a irnos juntos. Su médico ha sido el mío, Carlos Macaya, me lo recomendó mi cardiólogo emeritense Andrés Pérez Garrido para que me hiciera el cateterismo y ponerme, como a ti, un stent y hacer vida normal, dentro de ciertos parámetros. Pero Macaya recomienda tres a cuatro vasos de vino tinto, si es bueno mejor, y hacer una vida como la antes. Te anima. Te trata de quitar el miedo, no el respeto a la enfermedad. Juan Carlos, fíjate em mí, no paro y estoy encantado.

Mis mejores deseos de que pronto podamos estar juntos. Jamás se me olvidará que la primera noticia que recibí en la UCI fue un burofax tuyo animándome a salir del infarto. Nunca se me olvidará. Me dio ánimo y me alegré que mi amigo y presidente de la Junta de Extremadura a las pocas horas se preocupara de mi enfermedad, y tampoco se me olvida cuando tuve un accidente de moto y me visitabas con tu mujer Leonor en el hospital.

Y, no te preocupes, esto sólo es un aviso, una tarjeta amarilla, que te hace tener un poco más cuidado y, eso si, hay que dejar los Ducados pero, también pasa y si eres consciente de lo que vas a mejorar no tendrás ni mono. Bueno amigo, te espero en Mérida pronto y ya sabes, a pescar, ahora tenenos más tiempo y estoy deseando echar la caña a tu lado y algo caerá.