El mecenazgo se configura a día de hoy como una pieza clave para conservar el conjunto monumental y mantener en pie el legado histórico emeritense. La ciudad cuenta con un grupo de particulares y empresas patrocinadoras que constituyen el proyecto Mecenas, una iniciativa del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida que tiene por objetivo la realización de un proyecto anual de revalorización en un monumento con la financiación obtenida de los participantes en el programa.

La elección de qué proyecto se va a ejecutar cada año se decide mediante la votación de los socios mecenas y, en esta ocasión, ha resultado ganador la propuesta de adecuar el templo romano de la calle Holguín. En concreto, para esta anualidad se habían puesto sobre la mesa tres proyectos, la adecuación integral del templo romano de la calle Holguín, que recibió 132 votos; la adecuación integral de la casa romana de la Alcazaba, que obtuvo 133 votos y, por último, la adecuación integral de la fullonica (tintorería romana) de la avenida Fernández López que consiguió 20 votos.

Tras una votación bastante ajustada, que contó con una participación del 34%, el templo romano de la calle Holguín será el objetivo del proyecto mecenas, que se acometerá a lo largo del año 2018 gracias a las aportaciones de los socios, a los que el Consorcio «agradece su compromiso con la conservación y recuperación del patrimonio histórico y arqueológico de Mérida».

Los ingresos previstos por los mecenas ascienden a 35.000 euros y, en torno a esa cifra, rondará la inversión que se realizará en este espacio monumental. Sobre las actuaciones concretas a realizar se irá informando puntualmente a los socios, una vez se vaya ajustando por parte del Consorcio el proyecto de adecuación integral.

Según recoge una publicación editada por el Consorcio, en 1983 se localizaron en la calle Holguín restos del podio de un templo construido con hormigón revestido de sillares de granito. Poseía un frente con cuatro columnas que debieron ser majestuosas ya que se han recuperado algunos tambores de ellas, realizados en mármol, que miden 1,5 metros de diámetro. Según algunos investigadores podría tratarse de un capitolio o un templo dedicado al culto del emperador construido en la primera mitad del siglo I. d. C.