La recuperación de parte de la monumentalidad que tuvo el arco de Trajano y su integración en el patrimonio artístico, ha permitido crear un nuevo punto de parada en el recorrido turístico por la ciudad, en el que se combina la contemplación cómoda del monumento, su interpretación y el uso del espacio urbano como una zona de descanso.

El renovado aspecto que ofrece el arco de Trajano fue inaugurado ayer por la noche por el vicepresidente de la Junta, Ignacio Sánchez Amor, el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, el alcalde Pedro Acedo y el director del Instituto de Arqueología, Pedro Mateos, institución que ha promovido el proyecto.

Los trabajos han consistido en la recuperación de la altura original del arco, que arranca dos metros por debajo de la cota de la calles; el cerramiento con una barandilla de acero y cristal y la instalación de cuatro paneles informativos, que por primera vez incluyen textos en inglés.

Al acto también asistieron los participantes en el IV Simposio Internacional de Arqueología de Mérida, que se celebra bajo el título Santuarios, Oppida y Ciudades: Arquitectura Sacra en el origen y desarrollo urbano del Mediterráneo Occidental y que está organizado por el Instituto de Arqueología de Mérida.

El consejero de Cultura destacó que el tema del simposio era "apasionante y Mérida es el espacio más adecuado para hablar de ello, ya que aquí han convivido durante siglos la ciudad antigua y la ciudad moderna".

Sobre la actuación en el arco de Trajano dijo que esta iniciativa demuestra que "las cosas se están haciendo bien en el terreno arqueológico, porque cuando hay un problema se acude a la investigación, primero, se atiende la conservación del espacio y luego se pone a disposición de los ciudadanos", subrayó.