Ayer la voz de Nuria Espert llegó nítida, congelando la respiración para infiltrarse lenta en cada latido. La escuché en la realización de un programa de radio en directo desde Mérida, como ya se hiciera La Brújula hace semanas. Sobre todo para locutores y gente de teatro presente, fue sobrecogedor. Nuria podría ser la esencia quizás, a falta de otros aderezos, del Festival Internacional de Teatro Clásico, que nos trae a los grandes para ensancharnos el alma. Acompañaba en el estudio preparado en el Centro Cultural Alcazaba Juan Echanove, que quedó sin aliento con el fragmento interpretado por Espert, también hubo silencio cuando a través del hilo telefónico explicaba con una voz de apariencia delicada cómo son de exigentes las piedras del teatro y el silencio durante la obra de los espectadores emeritenses.

En este aperitivo del Festival, estuvo la costurera que ayuda a que los actores se transformen en Hécuba o en Julio César, que explicó con desparpajo los entresijos de los bastidores. Una periodista emeritense en paro, como tantos otros compañeros que tengo siempre en mente, Israel J. Espino , nos contó cómo en su vocación comunicadora ha creado un blog Extremadura Secreta y unas rutas nocturnas en Mérida donde cuenta leyendas que surgen de nuestra tierra, porque haberlas haylas. Así explicó que entre los extremeños, hay hombres-lobo, una maldición que se manifiesta en el séptimo hijo varón, sin que le preceda ninguna hermana y que sólo puede romperse si se le bautiza con el nombre de Antonio.

En esta velada de radio, teatro y leyenda, escuchamos como un reportaje transformaba los sonidos del mercado de abastos, el bullicio de la calle Santa Eulalia o incluso los caramelos de la Mártir, en un escenario donde cada emeritense escondía un personaje de los clásicos de Plauto o Eurípides. Un Centro Cultural Alcazaba, mal acondicionado, por lo que la locutora agradeció en repetidas ocasiones al público que aguantara estoicamente el sofocante calor, contestado por un eco de abanicos meciéndose. Señoras, señores la representación está a punto de comenzar.