Por el momento son quince negocios, pero quieren crecer y convertirse en un verdadero interlocutor de la hostelería en Mérida. La Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes de Mérida (Abacare) acaba de iniciar su andadura en la capital extremeña, donde hay alrededor de medio millar de estos establecimientos. Inician su camino con autocrítica, apuntando a los aspectos que deben mejorar, y también con voluntad de colaborar con las instituciones.

-¿Cuáles son los motivos por los que nace Abacare?

-- Surge de la iniciativa de varios empresarios que estuvimos hablando durante la Feria de la Tapa del año pasado. Consideramos que era necesario unirnos y tener una representación en la ciudad. Somos un sector con una creación de empleo importante y que mueve bastante en la ciudad, y que es determinante para el sector turístico. Al fin y al cabo somos los que damos la cara ante el turista y quienes les recibimos, por lo que tenemos influencia en buena parte de la imagen que se lleva de la ciudad.

--Entonces, ¿hasta ahora se venía haciendo la guerra cada uno por su cuenta?

--El sector está demasiado atomizado, demasiado desestructurado. Es complicado llegar a acuerdos y aunar las opiniones de todo el mundo, como ya ocurrió, por ejemplo, con la Feria de la Tapa.

--¿Cuáles son los principales retos del sector de la hostelería en Mérida?

-- Se puede aportar mucho más a la ciudad desde la hostelería, poner en marcha iniciativas que dinamicen la vida en Mérida. La hostelería en España está muy ligada al ocio, que en este país no se concibe sin bares y restaurantes. Creemos que podemos dar más al ocio de la ciudad.

--Dos de los objetivos que se ha marcado la asociación desde su nacimiento son la profesionalidad y la mejora del servicio.

-- Así es, y además tenemos una oportunidad estupenda con la próxima apertura de la Escuela de Hostelería. Queremos formar parte de ella, con el fin de que la escuela no sea una institución independiente de la ciudad. Tenemos que apoyarnos en ella para profesionalizar al sector.

-- ¿Cuál es el nivel de la hostelería en Mérida?

-- Es una oferta aceptable, que cubre las necesidades de la ciudad, pero evidentemente es muy mejorable, y es ahí donde debemos trabajar todos.

-- ¿Por dónde habría que empezar a caminar?

-- La hostelería no está suficientemente profesionalizada. Esto no es malo, ni bueno. Es una realidad que está ahí. La mayoría son negocios familiares, que se gestionan como buenamente pueden sus miembros.

-- El ayuntamiento ha anunciado que cambiará las ordenanzas municipales para adaptar sus negocios a la nueva ley antitabaco. ¿Qué medidas debe contemplar?

-- Por lo que sabemos parece que va a ser una ordenanza buena para el sector, y por ello se lo agradecemos. La ley está ahí, no se va a revocar, así que tenemos que vivir con ella. A partir de ahora lo que tenemos que hacer es adaptarnos a las medidas, y el primer paso debe darse en la ordenación de las terrazas, para evitar que haya sillas, mesas y ceniceros sin control en la vía pública. Los empresarios debemos sacarle provecho a esas terrazas pero no por ello podemos molestar a los vecinos, por lo que debemos consensuar la mejor solución para todas las partes.

-- Y mientras llega, ¿cuál es el mensaje que se le puede transmitir a los clientes?

-- Pues paciencia. La ley no se va a revocar, así que tenemos que adaptarnos a una nueva realidad. Pasará el tiempo y a esto también nos acostumbraremos.