Muchas peticiones pendientes y escasa, o nula, atención por parte del Ayuntamiento de Mérida. Es la apreciación de la asociación de vecinos de Plantonal de Vera, cuya directiva asegura que lleva meses intentando contactar con los concejales, sin respuesta a sus llamadas y a sus escritos. Entre sus reclamaciones más urgentes destacan la instalación de una marquesina para el autobús, el arreglo de los accesos al barrio, que dejó en bruto la empresa que recientemente renovó la calzada de la avenida del Peral, y la reparación de un socavón en una rotonda de esta misma vía. La barriada, localizada al sur de la ciudad y en la que estiman que viven unos 700 habitantes, presume de buen ambiente y limpieza.

"Es una zona muy buena y muy tranquila, residencial", explica Pilar Carrillo, la presidenta de la asociación, junto al secretario, Alejandro Pirrongelli, y dos vocales, Rebeca Serrano y Luisa Lobo. Todos comparten la satisfacción de vivir en un barrio agradable cuyo origen fue el de una zona de solares, si bien ahora piden que algunos de los que quedan se adecenten. Hace una década, según Carrillo, hubo un auge de traslados a este área, donde también se han construido pisos y chalets unifamiliares.

Recientemente, vecinos de algunas de las nuevas urbanizaciones se han quejado de que llevan varios meses sin luz, por el robo de cables que el consistorio se demora en reponer. No es la única de las cuestiones, según la asociación vecinal, con retraso ya que, según aseguran, por ejemplo hace meses que avisaron de un considerable boquete en una rotonda de la avenida del Peral que se abrió al poco de su construcción.

Carrillo y sus compañeros echan especialmente en falta la marquesina del autobús, que según explican apenas duró unos meses porque la arrancó un camión, "después de mucho luchar para tenerla". También el arreglo de los accesos al barrio, que tras la renovación de la calzada se han quedado en bruto, con baches y ofreciendo una pésima impresión. Otro ejemplo de la falta de atención municipal, argumentan desde la asociación vecinal, es el descuido de un pequeño parque junto a la calle Rubén Darío, ahora lleno de vegetación. "Tenemos que avisar para que vengan a adecentarlo, si no, ahí se queda lleno de maleza".

Los vecinos muestran su disposición para colaborar con el consistorio, incluso elogian lo que sí funciona bien, como el servicio de limpieza --"tenemos un barrendero espectacular", proclama Serrano--, pero se quejan del alejamiento total en la última etapa. "Algunos concejales ni nos cogen el teléfono", lamenta Carrillo que, no obstante, se muestra decidida a seguir trabajando por la barriada, con el resto de miembros de la asociación, que piden más colaboración ciudadana.