Tras una primera jornada en la que fueron pillados alrededor de 250 conductores circulando por las zonas peatonales de acceso restringido en poco más de cuatro horas --unos 300 durante toda la jornada-- la situación en las calles afectadas por las cámaras que controlan el acceso de vehículos se ha normalizado.

Las informaciones acerca del número de vehículos multados --200 euros por circular por una zona peatonal y otros 80 si se hace en sentido contrario-- ha tenido sin duda más efecto que los diferentes anuncios sobre la puesta en marcha del servicio. Estos al parecer no han sido suficientes para que muchos conductores, al menos los sancionados, se enteraran de la entrada en servicio del nuevo sistema, aunque esto no es excusa si se tiene en cuenta que en cada una de las entradas a la zona restringida hay una señal que advierte de que la circulación está únicamente permitida a los autorizados.

El resultado del primer día de funcionamiento de las cámara motivó que el delegado de Tráfico, José Fernández, y la portavoz del Gobierno local, Estrella Gordillo, comparecieran en rueda de prensa para hacer un llamamiento a los ciudadanos para que no circulen por las zonas restringidas, al tiempo que justificaron que su entrada en funcionamiento ha sido debidamente anunciada tras cinco meses de pruebas con las 14 cámaras y las señales correspondientes ya instaladas.

El concejal responsable de la Policía Local reconoció que en las primeras horas de la mañana de ayer ya se había notado un descenso en el número de infractores captados por medio de las cámaras en comparación con la mañana anterior. Este diario comprobó que durante las primeras horas del día la zona de Santa Clara y San Salvador, y todas sus calles, presentaban un aspecto mucho más despejado con respecto a días anteriores.

La medida suscita una opinión diferente según a quién se le pregunte. Entre los que se posicionan en contra está Rufino Pizarroso, que regenta un restaurante en la plaza de Santa Clara --ayer totalmente libre de vehículos a la una de la tarde--. Considera que las cámaras van en contra de los negocios de la zona, porque complica el desplazamiento a sus clientes.

Pedro Ródenas, un vecino de San Salvador, celebra la puesta en marcha de este servicio, ya que ha permitido reordenar el tráfico de una zona teóricamente peatonal que sin embargo tenía un gran volumen de tráfico, y en los dos sentidos. "Al menos antes iban en una sola dirección", señala en referencia a los años previos a la peatonalización.

El equipo de Gobierno niega que las cámaras tengan un afán recaudatorio y justifica su uso como una medida para peatonalizar entornos monumentales sin necesidad de colocar obstáculos, como podrían ser los bolardos automáticos. Desde la oposición el concejal del PP, Francisco Miranda, señala que las sanciones cursadas el primer día suponen un dato "escalofriante" que indican que "algo falla", ya sea el propio sistema o su puesta en funcionamiento, y propone que si se mantiene el número de multas el gobierno local "debe replantearse" la continuidad de las cámaras.