La Tasca ha dejado de ser un bar. Se ha transformado en una sociedad gastronómica que tiene entre sus objetivos recuperar recetas tradicionales de la capital extremeña. La Sociedad Gastronómica, Vinícola, Cultural Extremeña La Tasca emerge en el local en el que hasta ahora se ubicaba el bar que desde hace tres años regentaba Emilio Silva, tras dejar La Tahona, ambos en la calle Alvarado. Ahora es el presidente de esta nueva propuesta para el ocio en Mérida, que adopta un formato que ha ganado adeptos en ciudades de todo el país a partir de la entrada en vigor de la Ley Antitabaco a principios de año, que prohibe fumar en el interior de bares y restaurantes.

Aunque reconoce que pueden beneficiarse de ello, señala que no ha sido su objetivo principal, puesto que la idea de constituir una agrupación de carácter privado como esta se viene gestando desde hace algunos años. De hecho, no es el primer colectivo con fines gastronómicos en el que participa Emilio Silva, pues ya estuvo al frente de la sociedad Jerimoje.

Patatas a la importancia y salmorejo de jarrete de cerdo. Son dos de las primeras recetas típicas de Mérida que se han cocinado en esta nueva etapa de La Tasca, pero no serán las únicas, puesto que los socios están dispuestos a recuperar platos originarios de la cocina emeritense, y para ello llaman a la participación de los ciudadanos.

Como ya ha dejado de ser un bar, para entrar en La Tasca es necesario hacerse socio. Para ello únicamente se ha de pagar una inscripción de tres euros. Sus datos quedan en un registro y se le expide un carné que le autoriza a entrar en el local y participar en todas la actividades que se organicen.

Una vez dentro abonará las consumiciones, que mantendrán precios similares a los de cualquier bar, y con estos ingresos se financiará el mantenimiento de la sociedad. Se ha elegido esta fórmula para evitar problemas con el pago de las cuotas y con el fin de establecer un sistema por el cual se pague en función de la asistencia y de la utilización de los servicios. No obstante, el sistema es flexible a la hora de dar entrada a invitados de socios que estén de visita.

Pero la promoción de comidas no se limitará a las recetas de Mérida, sino que se ampliará a toda Extremadura. "Siempre hemos estado escasos de promocionar nuestras cosas, nuestros productos o nuestros inventos". "Mucha gente resalta productos de otros lugares, y están muy buenos, pero parece que cuando tenemos un queso muy bueno extremeño no le damos la misma importancia".

Para Emilio "lo nuestro es lo que tenemos que valorar primero". En esta línea los socios podrán degustar platos típicos de otros puntos de la geografía extremeña, como el lomo templario de Jerez de los Caballeros, el bacalao monacal, el cabritos al estilo de Las Hurdes o el buche de San Vicente de Alcántara.

La actividad de la sociedad no se limitará a la comida. Como su propio nombre indica fomentará la degustación de vinos y todo tipo de productos extremeños (quesos, embutidos, aceite, productos ecológicos, etc). Asimismo se pondrá en pie una amplia programación de actividades culturales, estando el local abierto a exposiciones de fotografía o pintura, la presentación de libros o la proyección de ciclos cinematográficos.