Una perspectiva única para mostrar a través del objetivo su particular visión de la realidad en la que el agua se configura como el eje de su universo creativo. Nazaret Nova muestra por primera vez al público su trabajo en el festival Cáceres de Foto, un sueño cumplido que sienta las bases de una prometedora carrera en el mundo de la imagen.

-¿Qué le llevó a la fotografía?

-Cuando empecé a estudiar Realización de Audiovisuales se me despertó la atracción por la cámara porque me di cuenta de que era lo que me gustaba realmente. Siempre he querido seguir aprendiendo por mi cuenta y todo lo que sé de fotografía es gracias a mi amigo Rodian.

-¿Por qué es el agua el eje vertebrador de sus imágenes?

-Al principio hacía las típicas fotografías hasta que despertó mi interés la idea de hacer fotos a los charcos. En realidad todo comenzó a partir de una foto que hice en Alange hace unos años a un charco en el que se reflejaban mi cabeza, las nubes y mis pies en el suelo. Estudié la foto y vi que en los charcos podía presentar una doble realidad.

-Y años después esta idea se materializó en una exposición...

-Sí. El proyecto de la exposición que está ahora en Cáceres de Foto surgió hace tres años cuando empecé a hacerles fotografías a mis amigas cuando íbamos a bañarnos a Alange. Siempre se han prestado a sumergirse, y eso que en el agua es muy difícil que salga lo que tú quieres y las fotos tienen que repetirse varias veces. El agua tiene un efecto visual que deforma y crea otra realidad. Para mí el agua simboliza la realidad y el sueño, por eso las fotografías muestran cuerpos y caras que están dentro del agua y se fusionan en cierta manera con ella.

-¿Cómo ha sido la experiencia?

-Estoy contentísima porque no pensé que las fotografías pudieran acabar en una exposición dentro de un festival que tiene tanta repercusión como Cáceres de Foto y que llega a gente de todo el mundo. Además, que alguien tan profesional como el fotógrafo Jorge Armestar se haya fijado en mi trabajo y me haya dado la oportunidad de participar en el festival, ya es un sueño para mí.

-¿Piensa seguir ahondando en esta temática acuática?

-La temática del agua me gusta mucho en la imagen por el efecto que genera, pero por ahora me voy a centrar en esta exposición. Me gusta la fotografía periodística y artística, aunque al final la fotografía que más me gusta es la que sale de dentro. Cuando miro las fotos intento analizarme a mí misma. Soy muy soñadora porque al final creo que tengo creado como un mundo interior que se refleja en mis fotografías.

-Le gusta salir a pasear por la calle para buscar instantáneas...

-Sí. Muchas veces salgo cuando tengo tiempo libre con la cámara y me voy a la calle Santa Eulalia o a dar vueltas por Mérida. No sabría decir qué voy buscando exactamente cuando salgo a hacer fotos porque hago de todo.

-¿Cómo ve la situación actual de la cultura en la ciudad?

-En Mérida sí que se hacen exposiciones, pero pienso que quizás deberían habilitarse más sitios o galerías para montar exposiciones. La ciudad tiene muchas cosas positivas pero está un poco parada en cuanto al ambiente cultural. Me hubiera encantando que mi primera exposición hubiera sido en mi ciudad natal, pero también estoy contenta de que haya sido en Cáceres porque Extremadura es mi tierra. Con la exposición me he sentido muy arropada por parte de toda la gente y esta experiencia me ha dado un ápice de motivación para seguir haciendo fotos, además, estamos pensando traer la exposición también a Mérida. H