Un niño de siete años sufrió el pasado agosto una descarga eléctrica de la farola a la que se quedó pegado, en el parque infantil de la calle Margarita Xirgú, en Nueva Ciudad.

El niño fue trasladado por su madre a Urgencias del hospital. Tras el examen médico, los facultativos comprobaron que no tenía quemaduras. También se le practicó un electrocardiograma para comprobar el estado del corazón, cuyo resultado fue satisfactorio. Según su progenitora, Monserrat García, la doctora le dijo que si hubiera estado en contacto con el agua, como por ejemplo estar bebiendo, se habría electrocutado.

DENUNCIA ANTERIOR Los hechos, que sucedieron el 8 de agosto, han sido dados a conocer ahora por la asociación de vecinos Nueva Ciudad, recordando que el 19 de julio denunciaron que los operarios que hacían reformas en la barriada habían roto la protección de los cables de las farolas y echaban el cemento encima, por lo que, decía entonces el colectivo vecinal, podrían dar descargas eléctricas a los viandantes. Ahora, señalan, el tiempo "nos ha dado la razón".

En cuanto al accidente, que ocurrió sobre las once de la noche, tuvo lugar cuando el menor se encontraba en el parque con su madre, pasando un rato con los vecinos. Cuando sufrió la descarga estaba con una mano en una barandilla de metal y apoyado sobre la farola y llamó a gritos a su madre pidiendo ayuda. Esta le agarró para tirar de él pero sufrió otra descarga que la tiró al suelo. Fue un hermano del menor, de 9 años, quien le cogió por la camiseta y con fuerza logró despegarle de la farola.

Monserrat García denunció los hechos en la policía, "pero aún no he recibido ninguna notificación ni nadie se ha puesto en contacto conmigo", explicó.

Al día siguiente, varios operarios fueron a arreglar la farola. "Bajé, me saludaron, y me preguntaron si era la madre del niño al que le había dado un calambre , pero no me dieron explicaciones sobre lo que pasó".