Los funcionarios del Ayuntamiento de Mérida faltan menos al trabajo desde que les repercute en el sueldo. Es lo que se desprende de los datos aportados ayer por la delegada de Personal, Leonor Nogales, que destacó que el índice de absentismo en bajas ordinarias (las que desde octubre del año pasado conllevan una reducción en las retribuciones) descendió un 34% el pasado noviembre en comparación con el mismo mes del año anterior. El presidente de la junta de personal, órgano de representación de los funcionarios municipales, considera que estos datos contribuyen a deteriorar la imagen de los empleados públicos: "Es cierto que se falta menos, pero muchas veces a costa de acudir al trabajo sin estar en plenas facultades, pagan justos por pecadores", considera Toribio Macías.

El pasado 14 de octubre entró en vigor la normativa por la que los empleados públicos que causen baja laboral por enfermedad cobran menos (en el caso del consistorio emeritense, perciben el 50% de su salario los tres primeros días, el 60% desde el cuarto día hasta el vigésimo y el 75% a partir de ahí). Nogales compareció ayer para facilitar los datos sobre absentismo en el consistorio emeritense, que cuenta con unos 600 trabajadores entre funcionarios y personal laboral más los eventuales (de planes de empleo etcétera). Según explicó, las faltas por "contingencia común (bajas ordinarias) se han reducido del 5,19% del 2010 al 4,35% del 2012, pero siguen estando por encima de la media nacional (que fue del 3,33% en 2010 frente al 2,60% del 2012).

OTRAS BAJAS En accidentes laborales, el Ayuntamiento de Mérida está ligeramente por debajo del promedio estatal, ya que el índice se ha reducido del 0,34% del 2010 al 0,24% del 2012 (en España se situó en el 0,25%). Por lo que se refiere a las bajas por riesgo de embarazo o lactancia, el índice ha subido en esos años del 0,02% al 0,03%, al igual que en España.

Pero Nogales se centró especialmente en la incidencia de la entrada de la nueva norma y detalló que en noviembre del 2012 (primer mes completo de aplicación de la nueva normativa) se contabilizaron 33.055 jornadas de todos los trabajadores municipales, frente a las 27.307 de un año antes. El índice de absentismo pasó del 5,6% al 3,7%, lo que supone una reducción del 34%. "Estamos muy satisfechos", proclamó la delegada de Personal. El máximo representante sindical de los funcionarios del consistorio emeritense, Toribio Macías, lamentó que se hagan públicas informaciones que deterioran "aún más" la imagen de este colectivo. "Hay gente que no es cumplidora, como en todos lados, pero se nos está utilizando como arma arrojadiza entre partidos".

Nogales también resaltó la reducción "del 1.000%" en el pago de horas extra, de 274.875 euros en el 2010 a 23.808 el año pasado. Según dijo, se debe sobre todo a la eliminación del complemento específico de la policía local (que preveía 48 horas al año para dispositivos especiales). En cuanto al conflicto abierto por este tema, el gabinete de prensa afirmó que no hay novedades.

Sobre el estudio de las necesidades de personal del consistorio --cuyos resultados se conocerán a partir de febrero, según avanzó el alcalde a finales de diciembre--, Nogales solo indicó que "continúa en estudio". También explicó que se ha regulado el uso de los accesos y salidas del ayuntamiento por parte de los trabajadores municipales, conminándoles a utilizar siempre la entrada principal, donde está la máquina en la que deben fichar, y se ha colocado un cartel en la puerta de la calle Juan Pablo Forner, que recuerda que es solo para público. "Se había detectado que había empleados que estaban fuera de sus puestos más allá de la hora normal del café".