La fábrica de grasas vuelve a ser foco de enfrentamiento entre el gobierno local y el Grupo Municipal Popular. Esta vez es por la nueva ubicación prevista para la instalación, en la N-630, cerca de la localidad de Torremejías. El PP ha presentado ocho alegaciones contra la Autorización de Impacto Ambiental (AIA) solicitada por Extremeña de Grasas. Según los populares, se trata de terrenos no urbanizables, dentro de una Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) y a menos de dos kilómetros y medio del parque empresarial del suroeste promovido por la Junta.

Por ello, los populares consideran que la nueva fábrica puede afectar "muy negativamente al valor ecológico, histórico, cultural y económico del término municipal de Mérida

Sin embargo, la delegada de Medio Ambiente, Marisa Tena, señaló ayer, que el consistorio "no puede ni autorizar ni denegar" la instalación de la fábrica de grasas puesto que la "competencia exclusiva" la tiene la Junta de Extremadura.

En este sentido, comentó que las alegaciones son recogidas por el ayuntamiento y a continuación elevadas a la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente para que las estudie y tome las medidas que considera. Este proceso, dijo, es "perfectamente conocido por el PP".