El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha retomado las obras de construcción del nuevo búnker del Hospital de Mérida, que albergará una de las máquinas de radioterapia donadas por la fundación Amancio Ortega a Extremadura. Los técnicos de la Consejería de Sanidad han visitado este viernes las instalaciones y la nueva estimación es que los trabajos finalicen en el mes de septiembre, tras un parón de dos meses por la la crisis del coronavirus. La inversión es de 673.406 euros y la empresa contratista es Imesapi.

El búnker es un espacio necesario para los hospitales donde se llevan a cabo tratamientos con radioterapia, pues su función es impedir el paso de las radiaciones que emiten los aceleradores lineales. El Hospital de Mérida ya cuenta con un búnker especial de hormigón armado de alta densidad donde se ubica el acelerador actual, pero para no dejar sin servicio a los usuarios (la instalación de un nuevo acelerador puede extenderse meses, ya que es necesario «calibrar bien el aparato para que emita las radiaciones del tumor sin producir efectos adversos») el SES ha optado por construir uno nuevo.

Además del espacio para el acelerador el búnker, incluirá sala de control, zona de espera de camillas y vestuarios para pacientes. Cabe destacar que se le dotará de las instalaciones y equipos necesarios de climatización, electricidad, iluminación, gases medicinales, red voz-datos, red contra incendios, agua fría, agua caliente sanitaria y desagües. Una vez finalizada la obra, se procederá a la instalación del acelerador lineal, que según explica la Consejería de Sanidad, «durante el año 2021 estará instalado, calibrado y con todos los permisos para su puesta en funcionamiento». La nueva máquina tendrá capacidad para atender unos 50 pacientes al día, 25 en cada turno de trabajo.

Este nuevo acelerador incorporará «las últimas tecnologías existentes» (el actual superó hace varios años su vida útil y ha recibido multitud de quejas de los pacientes por las averías sufridas) y es uno de los aparatos que Extremadura va adquirir con la donación de 13 millones de euros que la fundación Amancio Ortega hizo a la sanidad extremeña en el año 2017.