Que se ate los machos Carlos Floriano. Como se los va a tener que atar Mariano Rajoy que fue puesto en la presidencia sin una votación de los afiliados populares. Poner a dedo a un determinado dirigente trae consecuencias futuras imprevisibles.

Ya se comienza a pensar en las elecciones a presidentes provinciales. En la plaza de España ya llevan días tomando copas el expresidente del Senado, Juan Ignacio Barrero, y el alcalde de Mérida, Pedro Acedo. Y, algún curioso personaje emeritense, ya está haciendo oposiciones para político, ha comenzado con lo religioso y terminará en la política, que fue su comienzo, funesto, pero comienzo.

En la noche electoral, con los nervios a flor de la epidermis, Juan Ignacio Barrero estaba en la sede regional del PP con Carlos Floriano y el alcalde, Pedro Acedo, en el hotel Meliá Mérida esperando los resultados y celebrarlo como en las pasadas elecciones municipales.

Pero, ante el cambio surgido en las urnas, fue llamado a la sede regional y el hotel se quedó sin su cabecilla y con cara de sentimiento y pena sin consuelo sus asistentes.

¿Qué pasará? Está muy claro. Con los resultados electorales las próximas elecciones locales el PSOE las tiene todas consigo, si no ocurre una hecatombe, como la de Madrid, o vuelva Juan Manuel Romera y María Jesús Checa a revolver el panorama político electoral.

Acedo lo sabe y tiene que preparar su futuro porque es un animal político sin la menor duda, lo que ocurre es que le van a echar demasiada carga y puede, que sin apoyo de sus antiguos incondicionales a nivel provincial y regional, de con sus huesos en el asfalto. Ya prepara su estrategia. Con tiempo. Sin prisas. Sin dejar ni un solo hilo sin coser, o deshilachado. Primero a por la presidencia provincial y después a la regional. El panorama ha cambiado a favor del PSOE.