Tres brigadas de trabajadores de Confederación Hidrográfica del Guadiana iniciaron ayer la retirada del jacinto de agua del río Guadiana, labor, que según los expertos, puede durar meses. Los trabajos comenzaron en la zona de baño de la isla y de manera manual, utilizando rastrillos. Seguirán por la zona urbana de Mérida y se incorporarán también pequeñas embarcaciones para acceder a todas las zonas del río afectadas.

Además, otra brigada con embarcación va a empezar a sacar el camalote (eichhornia crassipes) desde la presa de Montijo hacia aguas arriba.

Confederación Hidrográfica, en una nota, afirma que estos trabajos "son parte de muchos otros que se están planificando en estos momentos y que formarán parte del Plan Integral de Control del Jacinto de Agua".

Por otra parte, Confederación ha solicitado la colaboración ciudadana para que no se favorezca la extensión de esta plaga, como consecuencia de su recogida con fines ornamentales, "ya que aunque la flor tiene una bella apariencia, la duración de la misma es muy fugaz, un día".

Este plan de control se ha puesto en marcha ante la rápida colonización que sobre las aguas del río Guadiana está ejerciendo el jacinto de agua, planta originaria de sudamérica.

El programa cuenta con la colaboración de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura y el Grupo de Investigación en Conservación de la Universidad de Extremadura, para lo que se ha creado un grupo de trabajo.

El jacinto de agua es una planta alóctona flotante que se expande con facilidad en aguas tranquilas y que puede provocar graves problemas en el ecosistema acuático. Triturado, se suele utilizar como alimento para el ganado mezclado con pienso.