El impacto de la Semana Santa se deja notar el empleo. Las oficinas del Sexpe han cerrado el mes de marzo con 7.885 demandantes inscritos en Mérida, lo que supone una reducción de 177 personas respecto a febrero y 200 parados menos que hace un año, según los datos del Ministerio de Empleo facilitados ayer por el ayuntamiento. El alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, consideró que se trata de "una buena cifra", ya que "se ha conseguido romper la barrera psicológica de los 8.000 parados". "Nos acercamos a las cifras que nos marcamos como objetivo al inicio de la legislatura, que era bajar de los 6.900 (parados) que había en 2011", dijo.

Aunque los datos por sectores aún no se han publicado --el ministerio los facilitó ayer a nivel regional, pero los municipales no se han publicado todavía, al margen del adelanto de las cifras generales aportado por el ayuntamiento--, todo apunta a que el desempleo se ha reducido en marzo debido al tirón de Semana Santa. Por ello, aunque no ocultó su satisfacción, Rodríguez Osuna valoró los datos "desde la prudencia", pues "en la mayoría de las ocasiones nos hablan de un empleo en precario y temporal que quizás no reúne las condiciones óptimas para generar un contrato indefinido y estable". Este optimismo con reservas se traduce, según el alcalde, en que "hay que seguir trabajando con el conjunto de las administraciones para que el desempleo siga bajando" y se creen puestos estables.

Con los datos registrados en marzo, el paro continúa en la senda de descenso iniciada comienzos de año, que se traduce en una reducción de 197 desempleados desde enero. Y aunque las cifras siguen siendo elevadas todavía, no lo son tanto como en años anteriores. En febrero de 2012 Mérida superó por primera vez la barrera psicológica de los 8.000 parados, con un total de 8.120 demandantes de empleo. Sin embargo, los máximos se alcanzaron en los inviernos de 2013 y 2014, cuando se llegaron a superar los 9.000, hasta el máximo histórico de 9.114 parados registrados en enero del 2014.

A partir de entonces las cifras comenzaron a reducirse, con altibajos, llegándose a romper por primera vez la barrera psicológica de los 8.000 parados en mayo de 2015. De esta forma, cuando Osuna accedió a la alcaldía, Mérida contaba con un total de 7.598 parados. Los datos se mantuvieron en ese entorno durante todo el verano y de nuevo, en octubre, se superaron los 8.000.