Francisco González ha presentado una reclamación por la atención recibida en Urgencias del Hospital de Mérida el pasado viernes tras sufrir un golpe de calor. Perdió el conocimiento en un bar de la plaza de Pizarro en Mérida. La ambulancia tardó 30 minutos en llegar. Solo iba el conductor, sin médico ni enfermero, por lo que fueron los clientes del bar quienes ayudaron a introducir al paciente en la ambulancia. Asegura que en Urgencias fue objeto de las burlas del personal debido a su indumentaria. También ha reflejado que fue discriminado con respecto a otros pacientes y que la doctora que le atendió le trató de forma incorrecta, pues entre otras cuestiones le recriminó que no llevara consigo su historial médico --se trata del corazón desde hace 23 años--. No es la primera vez. Hace un año esperó "tirado en la calle" 80 minutos a la ambulancia, a pesar de que su médico la había reclamado con carácter de urgencia.