Leo en EL PERIODICO EXTREMADURA que el Partido Animalista contra el Mal Trato Animal (Pacma), ha registrado en las últimas (últimas para algunos) elecciones mucho, pero que mucho, mejor resultado que la alianza Extremadura Unida-Extremeños o que UPyD o que Vox. Si fuera un sociólogo con toda la barba (lo de la barba se puede solucionar) las extrapolaciones serían tremendas, claro que los sociólogos extremeños, con y sin barba, con barba fuera y con barba dentro de la cabeza, vivían en Elvas; no hay nada como la distancia para acertar en los análisis.

A mí esto del Pacma me tiene pasmado, sin sede, sin marketing, sin candidatos conocidos (las próximas presentarán a uno a cuatro patas) van y sacan unos resultados estupendos. Dice la presidenta (tienen hasta jefa estos) que sus votos son "la voz de los animales, la voz de cada uno de los animales" (y animalas, supongo) y que los 220.000 votos en España para el Congreso y ¡ojo! más de un millón de votos para el Senado han hecho historia... animal. Y tiene razón, es más, si continúan así la tendencia es imparable, se han presentado tres veces y, de una para otra, van duplicando votos: la primera vez los votaron 65.000, la segunda 102.000 y ya van para los trescientos mil... y todo esto con un presupuestazo de 15.000 euros para toda España (según ellos la mejor "ratio" en relación a inversión financiera por campaña).

Echo de menos los tiempos heroicos de Adenex con Paco Blanco, cuando esta organización era una fuerza social contestataria y ecologista. Después cayeron en la subvención y en el funcionariado pesebrista y ahora no sé por dónde andan (si es que andan). Trabajaba en La Vanguardia en los 80/90 y me mandaron a un reportaje en la Sierra de Hornachos a una finca que alguien les había cedido a Adenex. Era tal celo "animalista" de aquella hornada de medioambientalistas que prohibían a los remolques y tractores atravesar caminos vecinales "para no perjudicar la cópula a los buitres negros". Bueno, pues de aquellos polvos vienes estos pacmas e, insisto, cuidado con ellos que si se reforma la ley electoral y se va a la circunscripción única, 'La tortura no es cultura' alcanza escaños (o sillas de montar en el Congreso, vayan ustedes a saber).

Por si les sirve de referencia, los de Bildu, con menos votos, han sacado dos diputados (u lo que sean), así que preparémonos a lo que pueda venir porque estos no sólo se cargan a los toros... Sin ir más lejos, una costalera de mi cofradía me susurró anoche una hipótesis amenazante: poner unos animalitos en el paso de la Sagrada Cena, perrinos, gatinos, el buey del Portal, o la mula... ya de por sí pesa lo suyo la barca de la Cena como para añadir carga a los costales de mi gente. Y, además, se empieza por los animalitos y se termina pidiendo paridad: de los doce, seis apóstoles y seis apóstolas.