--¿Cómo valora la primera mitad de la legislatura?

--Me sería difícil ponerme nota, pero digamos que estoy razonablemente satisfecho por una serie de hechos comprobables que a la vista están y dentro de las posibilidades que tenía este Gobierno, que ya he dicho en muchas ocasiones que es el mejor que he tenido y conocido desde que entré en el ayuntamiento en el año 1987.

--¿Cuál de esos hechos destacaría como principal para estar razonablemente satisfecho?

--El trabajo diario. No puedo decir que hemos hecho un edificio fantástico, pero sí que hemos reducido el déficit en cinco puntos, del 16% al 11%, y que eso es positivo para todos los vecinos. También que estamos dando mejores servicios de los que se daban antes, y eso en tiempos de crisis es mucho. Un ayuntamiento no va a arreglar el mundo, pero dentro de sus competencias tiene que hacer todo lo posible para ayudar a sus vecinos.

--Esa reducción del déficit era imprescindible por las normas y la situación económica actual, pero tal vez se centra demasiado la labor del ayuntamiento en eso.

--Eso es lo que dice la oposición, pero no es cierto. Estamos dando muchos servicios con esfuerzo, pero para ello hay que aportar dinero y tenemos que cumplir la Ley de Estabilidad Presupuestaria sí o sí. Estamos pagando 1.200 nóminas cuando sabemos que hay muchos ayuntamientos que han dejado de hacerlo; seguimos manteniendo las zonas verdes y la ciudad está limpia en general, al margen de que cualquiera pueda ir a un determinado punto y hacer una foto de una o cinco botellas rotas. Pero es que si no cumplimos, esto sería un caos.

--Para mantener esos servicios están optando por la vía de las privatizaciones, muy criticadas por la oposición.

--Había que cambiar el modelo de gestión municipal y lo hemos hecho. Hemos optado por un modelo que nos dio resultado, que le dio resultado a Mérida y que en las últimas elecciones se ha demostrado que ha sido aceptado por la mayoría de los emeritenses.

--¿No cree que el ciudadano puede pensar que el ayuntamiento se está vaciando de contenido?

--Al que paga un euro y se monta en el autobús no le importa quién lo gestiona, quiere un autobús limpio y cómodo. Hoy la colaboración entre empresa pública y privada es un hecho, un modelo claro, esencial e imprescindible en Europa. Hace falta reducir el gasto público en personal en todas las Administraciones porque si no los impuestos van a seguir subiendo. Este modelo, que es el del PP, es también el del grupo que gobierna el Ayuntamiento de Mérida: no perder servicios públicos pero reducir el gasto para que los impuestos no sigan aumentando.

--Según la última estadística del SEPE hay 8.806 parados en Mérida. ¿Cómo lo valora?

--Pues con tristeza, ¿pero qué podemos hacer? Aquí en el ayuntamiento no hacemos leyes. Si viene una empresa nosotros la ayudamos, pero también le exigimos que contribuya porque tenemos que pagar las nóminas, arreglar las calles o mantener la Policía Local.

--Se está intentado apoyar a las empresas. ¿Alguna línea más de acción contra el desempleo?

--Si alguien sabe de algún alcalde que haya conseguido bajar el paro, que me lo diga. Vamos a ser realistas. No conozco ningún ayuntamiento grande, de más de 25.000 habitantes, que haya tomado medidas y haya bajado el desempleo. Si alguno lo hace, que me lo diga que lo apunto.

--Se presentó a las elecciones con el lema Lo primero, el empleo. Debía tener alguna estrategia.

--La estrategia es la que estamos llevando a cabo. Yo apoyo a mi Gobierno, suscribo al cien por cien las medidas que está tomando Mariano Rajoy, pero no me responsabilicen de lo que no me compete. Un alcalde hace lo que les estoy diciendo: propicia, saca el suelo, lo ofrece, va a ferias... Tratamos como nadie a cualquier inversor que venga a la ciudad; tenemos proyectos encima de la mesa: las fotovoltaicas, el puerto seco... Vamos a ver si salen.

Pero hablando de desempleo, les voy a decir otra cosa. En Mérida hay menos paro del que dicen las estadísticas, y lo demostraré porque me están haciendo un estudio al respecto. En Mérida hay miles de personas que cobran nómina, que trabajan aquí pero que no están empadronadas aquí y obviamente, el porcentaje de parados no puede ser el mismo. Cualquier cifra es lamentable y hacemos todo lo que podemos, pero en esto el planteamiento debe ser mucho más generalizado, con acuerdos a nivel nacional entre Gobierno y oposición, empresarios y sindicatos... La situación es difícil, pero ningún alcalde la va a arreglar. Ojalá un alcalde tuviera soluciones para los parados de su pueblo. Si alguno las tiene que me lo diga, porque yo no conozco a ninguno.

--Al desempleo y la situación económica desfavorable se suma la presión fiscal. Usted antes decía que estaban intentando no subir los puestos, pero de momento se han actualizado todas las tasas y hay una mayor contribución.

--Con un 16% de déficit auditado ya me dirá usted. Aquí se estaban gastando 800.000 euros más al mes de lo que se ingresaba. Si seguimos por

ese camino, ¿donde llegaríamos? Es cierto que la tasa municipal del agua se ha actualizado ahora, pero el convenio es de la anterior legislatura. Segunda cuestión: el IBI. Es verdad que una parte de los vecinos, hasta que haya una nueva ponencia, pagan bastante más, pero podíamos haber subido el tipo al 1,2% y no lo hemos hecho. En el resto de tasas, tenemos que arrimar porque no se cubre el servicio. Sí se ha modificado y actualizado el impuesto de circulación, que hacía tres años que no se tocaba, pero hemos optado clarísimamente por reducir más los gastos para ir estabilizándonos.

--También se ha creado una cuestión nueva por la que pagar, la zona azul.

--Es difícil encontrar un ayuntamiento de más de 50.000 habitantes que no tenga zona azul, independientemente de su signo político.

--Badajoz, por ejemplo

--Sí, uno. Almendralejo, Don Benito, Madrid, Sevilla, Córdoba, Toledo, Zaragoza... La inmensa mayoría de los ayuntamientos tiene zona azul. El gasto de la Empresa Municipal de Transportes se ha reducido en 1,2 millones al año y además, también se van a crear varios puestos de trabajo, que buenos son. Si usted no aparca el coche en la zona azul no paga nada, y yo le digo que hay sitios para aparcar sin pagar que no están a más de siete minutos del centro. Más del 60% de los vehículos de Félix Valverde Lillo y otras calles como Arzobispo Mausona o Rambla no se mueven en toda la semana, lo que significa que alguien que vaya al centro a comprar o hacer sus gestiones no puede aparcar.

--¿Y en el hospital?

--Exactamente igual. Es el sitio más acertado. No por el enfermo, sino porque hay muchos que van de visita y no encuentran sitio. Aquí hubo zona azul ya y yo la quité, pero porque la gente no tenía dos o tres coches como ahora. Además, fracasó porque no había normativa legal para que la grúa retirara los coches.

--¿Qué pasa con la estación del AVE que no termina de contestar Fomento a su propuesta?

--He estado hablado con el secretario general de Fomento, Manuel Niño, y con los ingenieros de Renfe, y tengo más entrevistas pendientes, pero ya está decidido que en Mérida no haya un fondo de saco.

--Entonces la propuesta del PSOE está descartada.

--Sí, porque todo el mundo que se haya montado en AVE sabe que no pierde 20 minutos en entrar en fondo de saco en ninguna ciudad. Lo ideal es que la estación estuviera en el centro, claro que sí, pero como está el subsuelo en Mérida no puede haber un tren soterrado. Siendo prácticos, lo ideal es hacer una gran avenida desde Las Abadías al sitio más cercano posible.

--¿Qué pasa con los trenes convencionales?

--Las cosas en ese sentido no están bien y se harán, con toda la prisa posible, las gestiones necesarias.

--¿Veremos en estos dos años el Estatuto de Capitalidad?

--Ojalá. Cuando yo le digo a Monago que haga el esfuerzo de aprobarnos el Estatuto y me dice que sí, lo primero que hago es buscar el consenso con la oposición, porque es una norma jurídica y la debe aprobar el Parlamento, donde no tenemos mayoría. Sobre la cuestión económica, un 5% del dinero total presupuestado para corporaciones locales es un buen punto de partida, pero todo es modificable y por ello quiero entender que la polémica de los últimos días se debe a un malentendido.

--¿Se apunta algún logro en estos dos años, alcalde?

--Para los que llevamos tiempo aquí, que todos los trabajadores de los servicios que se han privatizado se sigan manteniendo y que incluso hayan aumentado es un logro importante. Que las empresas estén aportando por Mérida, que haya menos paro que en otras ciudades y que haya proyectos de futuro importantes, también. Mérida está posicionada para salir la primera de la situación actual en empleo, en población, en posibilidades empresariales aparte de las administrativas, que está como está la Administración, y en el turismo. Logros de decir: ¡Qué bien, hemos hecho un edificio!, pues no. Ahora es el momento de apostar por la empresa privada.

--¿Y El Corte Inglés, vendrá?

--Yo no dije que iba a venir aquí, jamás lo dije. Si me lo demuestran, yo dimito al día siguiente. Yo dije que le ofrecería el Hernán Cortés, y así lo he hecho. He hablado con el coordinador de expansión, pero no puedo decir que el Corte Inglés vaya a venir a Mérida. Ojalá. De la primera vez que recibí a Decathlon hace ocho años ya.

--Por su condición de senador, la oposición le critica que está más fuera que en Mérida.

--Eso lo promociona mucho el PSOE. Ellos no tienen numerosos alcaldes afortunadamente para el PP, pero muchos de los que tienen están allí porque el Senado es una cámara territorial, y están el mismo tiempo que yo: una semana sí y otra no. Además aquí hemos creado una estructura bastante aceptable con una vicealcaldesa para esos días en los que no estoy.

--¿Se presentará a la reelección en el año 2015?

--(Risas). Eso no toca ahora. Supongo que ya que llevamos dos años, a la vuelta de verano empezará la maquinaria de partido a ver esas posibilidades. Lo que sí es seguro es que como la otra vez, haré lo que diga mi partido. Interiormente no me falta ilusión para seguir porque me siento como si hubiera empezado hace dos años. Mire si me puede quedar carrete.