La Asociación Emeritense para la Defensa de los Afectados por el Ruido (Aedar) ha solicitado al alcalde Pedro Acedo que adopte medidas contra la discoteca Disco Teatro. El motivo son los problemas de salud que está generando en la zona el exceso de ruidos y vibraciones que salen del local los fines de semana. La situación afecta a 300 personas que viven en las calles Piedad, Mateo Guillén y John Lennon.

La asociación presentó ayer esta queja en forma de denuncia en el registro del ayuntamiento, acompañada de numerosa documentación, que incluye el primer escrito contra este local presentado por las molestias que ya ocasionaba en 1987.

El ayuntamiento contestó en 1989, año en el que la comisión de gobierno acordó "requerir al titular de la actividad para que proceda, en el plazo de un mes, a adoptar las medidas correctas en evitación de ruidos y vibraciones, apercibiéndole al interesado que, en caso de no dar cumplimiento a ello en el plazo indicado, se procederá al cierre del establecimiento".

Las denuncias continuaron sin resultado. El pasado año expusieron el problema ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Los agentes realizaron la primera medición de los niveles de ruidos en julio del 2005 en una casa de la calle Piedad.

La llevaron a cabo un viernes en el dormitorio principal, cuarto de baño y recibidor, a las 23.30 horas. Registraron 49,5 decibelios, 46,2 y 41,8, respectivamente, cuando el máximo permitido por la ley es de 30 decibelios. También realizaron otra medición en la calle Mateo Guillén con resultados similares.

En el escrito, la directiva de Aedar pide de nuevo al alcalde que "asuma su responsabilidad y "tome medidas urgentes".