Sorpresa para los usuarios de la piscina climatizada de La Argentina. Después de permanecer cerrada durante un mes por las obras de mejora, la instalación deportiva reabrió sus puertas ayer por la mañana. Y lo hizo con el agua a 17 grados centígrados, diez menos de los que debería haber alcanzado.

Así lo confirmaron a este diario los trabajadores de la piscina, que señalaron además que "el fallo se debió al mal funcionamiento de una caldera (que también impidió que el agua caliente llegara a las duchas) y a la falta de tiempo para aclimatar el vaso". Factores que hicieron que a primera hora de la mañana el agua no alcanzara su temperatura óptima, si bien es cierto que esta fue aumentando gradualmente durante todo el día --a las 14 horas alcanzaba los 24 grados-- y que se espera que para hoy alcance valores adecuados, en torno a los 28.

"A todos los usuarios que van llegando se les avisa de que el agua está fría para que ellos decidan si se bañan o no", afirmó uno de los trabajadores, que aseguró que los más afectados habían sido un grupo de escolares y varias personas mayores que prefirieron no sumergirse en el agua fría.

El resto de usuarios, aseguró, no parecían tener problema. Jesús Paz, un profesor que acude con regularidad a las instalaciones, confirmó que era cierto que el agua estaba "un poco fresca" y que "aunque nadando no se nota", tal vez para los niños y las personas mayores no alcanzaba la temperatura más adecuada.

Pero lo cierto es que nadie se explica cómo después de destinar más de 115.000 euros --con cargo a los fondos del II Plan E-- a la mejora la eficiencia energética de la piscina, ésta reabre sus puertas después de un mes en obras con los mismos problemas que ya venía arrastrando. Para averiguarlo, este diario intentó ponerse en contacto varias veces con la concejal de Deportes, Fernanda Avila, sin éxito.

Sin embargo, quien sí se pronunció fue el portavoz del grupo municipal popular, Fernando Molina, quien informó de que "varios padres de alumnos participantes en los cursos de natación habían manifestado sus quejas al respecto". Molina consideró además que "la responsabilidad y atención municipal a la reapertura de la piscina cubierta debería haber sido máxima" y abogó por haber esperado unos días más antes de abrir para solucionar las últimas deficiencias, "porque todos sabemos que los equipos mecánicos necesitan pruebas, y no hacerlas denosta una gran falta de previsión", señaló.